Cuando ella llegó al poder, George W. Bush todavía gobernaba Estados Unidos, Jacques Chirac era presidente de Francia, Vicente Fox dirigía México y Néstor Kirchner apenas cumplía su segundo año al frente de Argentina.
Esa era se acerca a su fin.
Luego de 14 años dirigiendo la mayor economía de la Unión Europea (UE), la canciller Angela Merkel cederá a un sucesor las riendas de la agrupación política más influyente de Alemania.
Será el primer paso para el cierre de su carrera política.
Este viernes, la Unión Demócrata Cristiana (CDU, por sus siglas en alemán), el partido que Merkel ha dirigido desde el 2000, elegirá en Hamburgo a un nuevo líder.
Todo después de que Merkel, considerada por las revistas Forbes y Fortune como la "mujer más poderosa" del mundo por la influencia de su país en los destinos de la UE, anunciara a finales de octubre que no se presentaría a las candidaturas para un nuevo mandato.
Ni para la jefatura de su partido ni para repetir por un quinto ciclo como jefa de gobierno en 2021, cuando termina su actual periodo.
La inestabilidad que comenzó a inicios de año al interior de su ejecutivo (en torno al tema de la inmigración) se agudizó después con el creciente descontento popular que tuvo su desenlace en un resultado incómodo en las elecciones regionales de octubre.
El CDU, aunque conservó la mayoría en el Bundestag (parlamento), constató entonces que los votantes en regiones tradicionalmente centristas como Baviera y Hesse estaban mudando sus opciones políticas, ya fuera a los verdes, a la izquierda o, incluso, al partido de extrema derecha Alternativa para Alemania.
Muchos lo vieron como una preocupante alerta política y la canciller lo entendió como un momento de "pasar página".
Ahora, tres candidatos se disputarán la dirección del partido más importante de Alemania, lo que podría llevar al elegido a la jefatura del gobierno en tres años.
Sus orientaciones son diversas y sus posiciones políticas no son del todo similares a las que ha defendido Merkel hasta ahora.
De ahí que, aunque aún queda un trecho para que se vote al sucesor de la canciller, el nuevo líder de la mayoría del Bundestag y el perfil político que defienda se muestran desde ya relevantes, no solo para Alemania, sino para el destino de la Unión Europea.
Aquí te contamos quiénes son los principales aspirantes.
Nacida en 1962, Annegret Kramp-Karrenbauer es popularmente conocida como "mini Merkel", no solo por ser una seguidora "confesa" de la actual canciller, sino porque el paso por la política de ambas ha sido muy similar.
Al igual que Merkel, Kramp-Karrenbauer se inició en el gobierno estatal, luego pasó a dirigir la secretaría del partido y ahora busca su más alta posición.
Fue primera ministra de Sarre entre 2011 y 2018, lo que la convirtió en la cuarta mujer en gobernar un estado federado alemán.
Según medios locales, al igual que a Merkel, le caracterizan un tono de voz suave, y suele ser también muy pragmática en sus decisiones.
A diferencia de sus contendientes, en lugar de fijar su propia visión sobre el partido para su campaña, AKK realizó una gira por 16 estados alemanes para hablar con seguidores y centrar así su posición política.
La candidata, que se encuentra actualmente como favorita en las encuestas como posible sucesora de Merkel en 2021, ha presentado hasta ahora una visión más dura hacia la migración y enfatiza la promoción de las raíces cristianas de los conservadores.
En 2015, de hecho, fue cuestionada cuando votó en contra de la legislación que auspiciaba el matrimonio gay.
"Si abrimos la definición de matrimonio a las parejas homosexuales, tendremos que hacer frente a otras demandas como el matrimonio entre parientes o entre más de dos personas", señaló entonces.
Si AKK ha liderado las encuestas, ha sido otro el candidato que ha logrado aglomerar más multitudes incluso en estados decisivos como Baden-Württemberg y Renania del Norte-Westfalia: Friedrich Merz (1955).
Abogado de profesión, católico y millonario, Merz fue miembro del Parlamento Europeo entre 1989 y 1994 y luego formó parte del Bundestag hasta 2009, cuando abandonó la política para dedicarse a uno de sus principales negocios: BlackRock, la compañía de gestión de activos más grande del mundo.
Aunque entre 2000 y 2002 fue presidente de la alianza del CDU con la Unión Social Cristiana, los conocedores de la política alemana aseguran que sus malas relaciones con Merkel lo llevaron a dejar ese cargo.
De vuelta ahora la política, es el candidato favorito de otro peso pesado de Alemania: Wolfgang Schäuble, el influyente presidente del Bundestag.
Aboga por una mayor integración de la Unión Europea y por una reforma en la zona euro, aunque al igual que AKK, aprovechó el filón más cuestionado de Merkel para sentar la base de su campaña: la inmigración.
En ese sentido, ha mantenido un discurso muy crítico con los inmigrantes, al punto de que diversas personas llegaran a interpretaran que cuestionaba el derecho de asilo (que llegó a desmentir).
Con solo 38 años, Jens Spahn pretende convertirse en uno de los líderes más jóvenes en la historia del CDU y el primer homosexual declarado en llegar a ese cargo.
A los 22 años, fue la persona con menor edad en llegar al parlamento alemán y más tarde ejerció como ministro de Salud en el gobierno Merkel, para el que promovió una reforma sanitaria en 2007.
Ha sido, también, una de las voces más críticas desde el partido hacia la actual canciller y su discurso migratorio y uno los defensores de la reforma de pensiones en Alemania.
Aboga por una plataforma de impuestos más bajos, menos trabas para el matrimonio entre personas del mismo sexo y ha basado su campaña en el rejuvenecimiento de las estructuras del CDU.
No obstante, su joven edad ha llevado a que, según medios alemanes, su candidatura no sea tenida en cuenta por gran parte de los miembros del partido de mayor edad.
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