A medida que se redefinen las nociones tradicionales de familia, algunas personas optan por criar a sus hijos como padres platónicos.
En 2014 Charles Bourne, un enfermero de 43 años que vive con su esposo en Filadelfia (Estados Unidos), comenzó a pensar seriamente en tener hijos. Al principio consideró la adopción. Pero después de que un colega le hablase de la “paternidad platónica”, decidió hacerse un perfil en Modamily, un sitio web que ayuda a conectar a personas que desean formar una familia.
En septiembre se puso en contacto con él otra miembro de Modamily, la psicóloga Nisha Nayak, de 40 años. Durante los siguientes meses Bourne y Nayak quedaban para tomar café o comer una pizza y charlaban sobre su deseo de convertirse en padres.
En noviembre de 2015 Nayak se sometió a una fertilización in vitro (FIV) y se quedó embarazada de mellizos. Bourne y Nayak son ahora son los orgullosos co-padres de Ella y Vaughn, de dos años.
La paternidad platónica, también conocida como “paternidad compartida”, es un término que se usa para definir a personas que no tienen una relación romántica entre ellos pero que deciden criar un hijo juntos.
Las razones para convertirse en padres platónicos varían. A veces se trata de personas LGBT que deciden formar una familia que se aleja de la familia heterosexual tradicional, como en el caso de Bourne y Nayak (que se identifica como queer).
En otros casos, optan por la co-paternidad personas que son amigos desde hace mucho tiempo. Ese fue el caso de las canadienses Natasha Bakht y Lynda Collins. Las dos colegas y amigas lucharon con éxito para establecer un precedente en la ley de familias de Ontario y consiguieron que permitiera que Collins fuera reconocida como madre del hijo de Bakht.
La ley canadiense solo reconocía como padres a las “parejas conyugales”, pero ellas convencieron al jurado de que reconocer a Collins como madre cumplía con el principio legal de “actuar en el mejor interés del niño”.
Algunos señalan que cambiar de casa constantemente puede ser estresante para los niños cuyos padres viven separados. Bourne y Nayak viven a 20 minutos el uno del otro y se dividen el tiempo con sus hijos por igual, parecido a lo que hacen los padres divorciados. En cuanto a los problemas de los desplazamientos entre las dos casas y otras decisiones delicadas que pueden afectar a los niños, los resuelven juntos y con la ayuda de un terapeuta familiar.
Rachel Hope es la autora de ‘Family By Choice: Platonic Partnered Parenting’. Crió a su primer hijo con un padre que vivía en otra casa dentro del mismo edificio, y considera que lo mejor es vivir separados pero bajo el mismo techo o muy cerca.
A los críticos también les preocupa que los niños se pierdan la oportunidad de ver amor romántico entre sus padres. Pero Hope afirma que esa preocupación es injustificada, ya que los niños pueden conocer ese tipo de amor viendo a sus padres con sus parejas sentimentales u otras parejas a su alrededor.
Todavía no hay estadísticas oficiales sobre la paternidad platónica, pero a lo largo de la última década el interés en comunidades online sobre la paternidad platónica fue creciendo progresivamente.
Ivan Fatovic lanzó Modamily en 2011 tras darse cuenta de que muchos de sus amigos y colegas estaban interesados en tener hijos y formar una familia pero no tenían una pareja con quien hacerlo.
Hoy en día la plataforma cuenta con 25.000 miembros activos de todo el mundo, y Fatovic estima que de los emparejamientos de su web nacieron unos 100 bebés. También dice que en total hay unas 100.000 personas registradas en webs de co-paternidad como FamilyByDesign y CoParents.com.
La ley está cambiando lentamente para adaptarse a estas relaciones, tanto en Estados Unidos como en otros lugares. En 2013 el gobernador de California, Jerry Brown, firmó una ley que permite que más de dos personas sean reconocidas legalmente como padres. Otros estados de EE.UU. actualmente permiten esta opción a través de una legislación o un procedimiento judicial. En Ontario los padres biológicos pueden formar un acuerdo legal para criar a sus hijos con hasta cuatro personas.
En el Reino Unido la ley solo prevé que se reconozca a dos padres como tal, pero una sentencia reciente permitió que dos personas que viven en hogares separados fueran reconocidas como padres platónicos de sus hijos (la ley matrimonial del Reino Unido no establece la convivencia como condición para otorgar derechos de crianza).
Con este interés creciente por la crianza platónica, el próximo gran cambio se producirá en el lenguaje, asegura Hope.
“Nos falta vocabulario para identificar a este tipo de familias”, explica. “La gente oye ‘esposo’ y piensa que es el padre de tu hijo, pero puede no ser así”. Charlie y Nisha lo resolvieron utilizando “papi” para Charlie y “papá” para su esposo, Lynn.
Hope incluso cree que cambiará la arquitectura física de las casas y los vecindarios. “Actualmente nuestros hogares y vecindarios están diseñados para la unidad familiar nuclear”, dice. “Pero en el futuro es posible que necesitemos un nuevo espacio comunitario, edificios donde los padres platónicos puedan coexistir muy cerca para criar a los niños de manera colectiva”.
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