Con el pase de lista de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa y un niño cargando en los hombros la bandera de México, la residencia oficial de Los Pinos que, por 77 años fue la casa de los presidentes de México, abrió sus puertas al público este sábado 1 diciembre.
“Era importante venir a recordar que en estos pasillos, en estos cuartos retumbara el número de los jóvenes que desaparecieron”, dijo Oliver Sosa, quien con la voz entrecortada por la emoción recordó la desaparición forzada de los estudiantes de Ayotzinapa, uno de los casos que marcó el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Oliver y su hijo Emiliano fueron dos de los primeros visitantes que ingresaron este sábado al primer recorrido de la que fuera la casa de presidentes de México.
“Venimos a retomar las riendas de este país, a recordarles que este país está hecho de gente que no tolera más abusos… y manda a rendir cuentas a los gobernantes. Hoy estamos aquí con todas las familias que se levantaron muy temprano para hacer un ejercicio como el que yo estoy haciendo, el de abrir las puertas de este mausoleo, de este lugar que fue oscuro, que se tomaron decisiones oscuras de este país, que agredieron, que no se tentaron el corazón al tomar decisiones que afectaron a mucha gente”, dijo Oliver al terminar el pase de lista.
Como Oliver y su hijo, miles de personas visitaron este sábado lo que será el Centro Cultural de Los Pinos, un espacio que en palabras de López Obrador se dedicará a presentar expresiones culturales.
“Estamos en la casa del pueblo de México. Para nosotros es muy importante porque representa un símbolo, nos recuerda cuando los Sin Calzones en la Revolución francesa llegaron y tomaron Versalles, ahí lo tomaron con las armas, nosotros con Andrés Manuel López Obrador, lo tomamos de forma pacífica. Es un gran acto simbólico”, dijo Julio Trujillo, padre de familia acompañado de sus dos hijas.
“Para mí es como etapa que termina porque, desde siempre, mis papás me han llevado a manifestaciones y mientras yo crecí y vi todo este movimiento crecer es un momento importante para mí, porque es [ver] cómo se acabó esto y ver algo nuevo crecer y que crece conmigo”, comentó emocionada Karen.
A minutos de poder ingresar al primer recorrido por Los Pinos, un pequeño grupo se encontraba afuera de la Puerta Tres -uno de los accesos que conecta con el Bosque de Chapultepec- quienes vitorearon consignas como ¡Sí se pudo!, ¡Viva López Obrador! y ¡Es un Honor estar con Obrador!
Al pasar las verdes rejas de la entrada y tras una revisión por parte de la Policía Militar para el acceso al recinto, los alegres visitantes cruzaron la conocida Calzada de los Presidentes donde se encuentran las estatuas de cada uno de los presidentes que han gobernado en el país.
Con pancartas y disfraces de López Obrador, la gente se tomaba fotos junto a la estatua de los expresidentes Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón Hinojosa y Vicente Fox Quesada.
Ya en la fila de entrada Humberto, quien estaba acompañado de su hijo, llegó desde temprano a Los Pinos porque “después de tantos años venimos a ver qué encontramos. Vengo con mi hijo para que conozca y sepa de los lujos que tenían los presidentes aquí”, dijo en entrevista.
De la misma manera, Elizabeth Espinosa, oriunda de la Ciudad de México, llegó hasta aquí “porque se me hace muy importante, es un hecho histórico y quiero conocer, más que nada, la historia de México y los presidentes que estuvieron aquí. La verdad se me hace muy interesante”.
“Vine para conocer las oficinas y las habitaciones de los mandatarios por primera vez, porque no tuvimos el honor de venir en otros tiempos. Me trajo aquí la información que salió de cuando dijeron que esto estaría abierto a las personas y con gusto lo venimos a conocer”, dijo Justino Hernández, originario del estado de Hidalgo.
Además, agregó -de su recorrido por la casa principal, Miguel Alemán-, “del recorrido, todo es atractivo, realmente porque eso no se ve donde quiera. Las partes donde están las recámaras, las oficinas de los mandatarios que acaban de salir, son atractivos. Invitaría a los ciudadanos y les diría que está muy bonito, que es un privilegio estar aquí”.
“Estamos aquí, viendo todo el tipo de cosas de que realmente se llevaron, se llevaron todo. Lo dejaron vacío. Esperábamos encontrar algo más de todo lo que es la historia de todos los presidentes que han dejado cuadros, todo lo que es la historia, las recámaras… pero todo está vacío, desafortunadamente todo está vacío”, dijo Rosario Hernández, quien viene desde Cancún y llegó a la Ciudad de México en la madrugada de este sábado para conocer Los Pinos.
“Me queda un sentimiento de lástima porque ellos se dan a conocer realmente como son y bueno, López Obrador nos dio la pauta para que nosotros viniéramos a ver en Los Pinos todo lo que realmente hay”, agregó.
“Nos vamos decepcionados de los 80 años de mal gobierno, de rateros que dejaron vacío, de las aves de rapiña. Queremos que con este nuevo gobierno, nos ayude al pueblo, no dejar llegar otra vez al gobierno corrupto. A eso venimos, a la toma de protesta de nuestro nuevo presidente porque esperamos un cambio a la nueva realidad, porque se está viendo ahorita que realmente fue un robo y saqueo al pueblo”, dijo Altamira Meléndez, quien vino desde el estado de Sinaloa.
“Démosle vuelta a la tortilla y preocupémonos porque los delitos que se vayan a cometer no se cometan, sigamos festejando y dejemos la apatía y la tristeza fuera”, señaló feliz Hugo Espinosa de Mazatlán, Sinaloa.
“Me voy decepcionada por lo que veo, pero me voy feliz porque entra un nuevo gobierno y la esperanza, todos los mexicanos tenemos esperanza en este nuevo gobierno”, señaló eufórica, Dalia, quien vino desde el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca.
“Este es un lugar que totalmente desconocemos. Todo lo que sabemos ha sido por reportajes que se han hecho a los presidentes anteriores y marca mucho la historia de México y, precisamente hoy, tan importante como fue el cambio de presidente y que hagan esto es doblemente importante. Creo que, es una residencia digna de un presidente como los anteriores, lo que espero encontrar es una cosa grandísima en su interior”, comentó Jesús Ochoa, a unos pasos de ingresar a la casa principal de Los Pinos.
“Vine porque si esto lo cierran en seis años me gustaría decirle a mis hijos que estuve aquí, espero poder sentarme en la silla del presidente”, dijo Esteban, un joven ciudadano de la Ciudad de México, mientras esperaba en la fila para ingresar a la Casa Miguel Alemán.
Poco antes de las 10 de la mañana, una fila de al menos 30 personas ya se encontraba formados en la Puerta 1 de la Residencia Oficial de Los Pinos, donde niños y adultos esperaban con ansias para ingresar y conocer el lugar donde vivió el ahora expresidente Enrique Peña Nieto.
El recorrido por la residencia de Los Pinos recibió a sus visitantes con un gran anuncio hecho de flores blancas que decía: “Bienvenidos, pueblo de México”. Enseguida, a tan solo unos pasos se encuentra la Galería del Estado Mayor Presidencial que también está abierta al público.
De acuerdo con Homero Fernández, curador de la Secretaría de Cultura, en el Museo del Estado Mayor Presidencial están los vehículos oficiales que han utilizado los presidentes, desde Miguel Alemán hasta Vicente Fox, “el que usó Miguel de la Madrid se lo llevó la Fundación Miguel de la Madrid hace unos días”.
Además, Fernández explicó que la casa no tendrá adecuaciones y funcionará tal y como la entregaron. “No va a haber un museo ni Centro Cultural, la idea es abrir durante unos meses y dejar que el pueblo de México entre a Los Pinos, tal y como están los jardines y las las casas”. Hasta ahora, Fernández señaló que, lo que resta de 2018 y hasta no tener un plan de trabajo por parte de la Secretaría de Cultura, con visitas guiadas, el recinto estará abierto de martes a domingo en un horario de 10:00 a 17:00 horas.
Por otra parte Antonio Barrios, de comunicación social de Los Pinos, adelantó que el próximo martes darán a conocer la programación cultural dentro de este recinto, como parte del acuerdo al que llegó la Secretaría de Cultura junto con la Secretaría de la Defensa Nacional, donde la Policía Militar del 22 batallón está a cargo de la vigilancia del poco mobiliario que quedó en la Casa Miguel Alemán, donde el expresidente Enrique Peña Nieto vivió con su familia.
“El mobiliario lo van a ver tal y como lo entregaron”, era lo que los voluntarios y Policía Militar decían siempre que se les preguntaba al ingresar a cada una de las salas y espacios que forman parte de la residencia principal de Los Pinos.
Hasta el momento, “no se sabe nada del presupuesto que se va a dirigir, lo que sí se sabe es que se va a ahorrar todo el presupuesto que antes estaba destinado para cubrir las necesidades de este espacio. De hecho, Los Pinos es el único sitio que no está en transparencia, por seguridad nacional. Por eso siempre ha sido muy opaca la forma en como se ha ocupado el presupuesto”, afirmó Homero Fernández.
De acuerdo con la Secretaría de Cultura, a cargo de Alejandra Frausto, Los Pinos recibió durante este primer día de apertura a 30 mil personas de todas las edades, mexicanos y extranjeros.
Finalmente, Ceferino Silva, uno de los voluntarios del Programa del Sistema de Fomento Musical de la Secretaría de Cultura, quien estuvo a cargo de coordinar la entrada y fluidez de los visitantes dentro de la casa, comentó que había “mucho flujo, pero la verdad todo estaba tranquilo. La gente nos ha comentado, qué dónde están los muebles, pero son cosas que nosotros desconocemos, solo señalamos por dónde entrar y qué no se debe tocar. Generalmente llega gente que quiere tomarse una foto y tenemos que pedir que la fluidez sea rápida”.
El ingreso a las casas se hizo por grupos de 30 a 50 personas. “El ánimo de la gente es que vienen contentos y con alegría. La gente puede ver lo que fueron las recámaras, la cocina, las salas de juntas de esta casa”, señaló Silva, a pesar de las consignas y desaprobación que otros visitantes expresaron durante su visita en el lugar.