Granaderos, policías corruptos y un grupo de inocentes pastores se enfrentan a sus más oscuros deseos, comandados y apoyados por un divertido e indeciso ángel, que tiene la misión de llevarlos hasta la estrella de Belem, a pesar de los diversos obstáculos que los llevarán a un final inesperado.
De eso trata la Pastorela Urbana, una historia que en este 2018 celebra 20 años de ser una opción para pasar en familia y amigos estas fechas decembrinas. Aquí, más que conocer al niño anunciado por el ángel, los personajes mantienen momentos de introspección sobre actos.
“La mayoría de las pastorelas tradicionales son de versos o barrocas, las modernas -que manejan el contexto contemporáneo- hacen un uso y abuso de la violencia y las malas palabras con el albur y el doble sentido. Nosotros lo eliminamos al máximo, somos más creativos, más exigentes y le apostamos a la comedia fina, a la inteligencia del público, a las referencias históricas y cotidianas de la ciudad de lo que vive la gente todos los días”, dice en entrevista el dramaturgo y director de la pastorela, Javier Nieto.
Policías, burócratas, vendedores ambulantes y todas aquellas personas que vemos a diario, dan vida a cada uno de los escenarios de la pastorela que, a pesar de ser un contexto urbano y contemporáneo, es totalmente familiar.
El proyecto nace de la admiración que Javier Nieto tiene por las pastorelas, cuenta que desde niño lo llevaban a la iglesia a verlas. “Me divertían mucho, me di cuenta que las pastorelas de la Ciudad de México no son familiares, son pastorelas con un uso y abuso del doble sentido donde si se ríe el papá o el abuelo pero el niño se aburre o no entiende”.
De ahí la idea de hacer un guión diferente: “Creo que la ciudad merece algo mejor, merece una pastorela con clase, entonces me di a la tarea de escribir esta pastorela más humana y de juntar a un grupo increíble de actores encabezados por la fantástica Fernanda Tapia, Dagmar Ruíz, Claudia Acosta en esta Pastorela Urbana que cumple su vigésima temporada”.
En Pastorela Urbana, los personajes pueden recordar a algún vecino, amigo o familiar, pues una de las misiones fue retratar los defectos y virtudes de las personas.
“Aspiro a que seamos una sociedad activa, crítica, esperanzada; que seamos los fundadores de una ciudad más generosa; una sociedad menos cruel con los que menos tienen o menos tenemo; una sociedad donde podamos estrechar nuestros lazos y seamos compartidos y mejores personas. Esa es mi aspiración, que la gente esté mejor y que siempre sin importar qué tan mal estemos, siempre hay manera de salir adelante”, detalla.
Los pastores de esta historia guardan personalidades diferentes pero con aspectos en común. “Los que tienen más vicios y errores son los pastores, esa sociedad un poco atolondrada, un poco ingenua, un poco sumisa, creo que es el verdadero mal que tenemos que atacar, el dejar de ser una sociedad apática y ser partícipes activos para mejorar nuestra querida Ciudad de México”, dice el director.
Pastorela Urbana no es una puesta en escena política, sin embargo mantiene referencias de personajes de la vida nacional. “Se ha ido adecuando sexenio con sexenio. Lo de las alcaldías ahora, el nuevo régimen de izquierda que tenemos, lo adecuamos”, menciona Javier, quien año con año adecúa el contexto de la historia pero sin que sea el trasfondo de la pastorela.
La descarta como una pastorela política, pues la considera como un acto familiar con la que “quiero que se vengan a divertir y que nos veamos reflejados como sociedad”.
“Me pensaba muy traviesa y muy canija pero estos ángeles no son de tentaciones, son cábula citadinos como el chofer de microbús, el granadero, entonces, ahora sí me reflejé más en llevar a buen término las cosas”, dice Fernanda Tapia, quien interpreta al ángel en la historia.
La actriz considera que su personaje cae en algunos defectos de humanidad, “siendo parte también de las injusticias”, al empeñar sus alas o estafarlo. “En otras pastorelas, el ángel es intocable, aquí, a ese pobre ángel le dan hasta por debajo de las piedras”.
Con el ánimo de rescatar las tradiciones, Tapia señala que en Pastorela Urbana, el público verá “la eterna lucha entre el bien y el mal, nada más que aquí, en lugar de ver pastores van a ver vendedores ambulantes en una ciudad grande y van a ver un final muy alternativo con un Dios muy pacheco, un ángel muy chambón y a unos diablos que se parecen mucho a nuestra policía, y a todas esas cosas que no han funcionado”.
Pastorela Urbana estará del 15 al 25 de diciembre, con excepción del 24, en el Foro Rodolfo Usigli, ubicado en Héroes del 47 122, San Diego Churubusco, alcaldía de Coyoacán. Doble función, sábado de 19:00 y 20:30, domingo a las 18:30 a las 20:00 horas. El costo de los boletos es de 400 pesos. Niños menores de seis año no pagan boleto.