La última estrategia anunciada por el gobierno federal para cancelar el aeropuerto de Texcoco y pagar a quien ya invirtió en el proyecto consiste en utilizar la Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA) —monto que pagan los pasajeros por usar el Aeropuerto Internacional Benito Juárez—. Pero también implica garantizar que ni Santa Lucía o el aeropuerto de Toluca tengan el suficiente flujo de pasajeros como para competir y quitar afluencia al aeropuerto actual, en caso de que la deuda no se haya solventado.
Las reglas de los nuevos bonos que ofertó la Secretaría de Hacienda este martes indican que se dará en garantía de pago la TUA y, por ello, agregó la condición de que esa tarifa no se verá afectada por otro aeropuerto cercano. Es decir, no puede existir otro aeropuerto que implique reducción de pasajeros en el Internacional de Benito Juárez y, por tanto, que disminuya la tarifa aeroportuaria que están poniendo de garantía.
Con este anuncio, explica el economista Raymundo Tenorio, el gobierno asegura que no van a dejar de saturar el aeropuerto capitalino actual para que se siga generando flujo de dinero a través de la TUA, además de que “van a vigilar que Toluca no crezca lo suficiente para absorber pasaje y que Santa Lucía tampoco capte operaciones para quitarle al Benito Juárez”.
La Secretaría de Hacienda informó en un comunicado que, de alcanzar un acuerdo con esta nueva oferta —la primera se lanzó el 3 de diciembre pasado pero no fue aceptada por los inversores—, se establecerá un mecanismo para tener fondos cada trimestre y realizar los pagos correspondientes, así como pagar recompras de bonos.
Tenorio explica que el gobierno federal pretende demostrar a los tenedores de bonos que el TUA alcanza para pagar los rendimientos anuales de 4.2 mil millones de dólares en bonos que quedarían a deber tras la cancelación, pero también para futuras compras de estos.
Sin embargo, todavía no hay buenas noticias para el gobierno de López Obrador. Pues aunque el martes cambiaron la oferta y condiciones de los bonos para usar la TUA y garantizar que Benito Juárez tendrá suficiente saturación para mantener la tarifa al mismo nivel y, por ende, recursos para pagar a quien invirtió en el NAICM; el Grupo de Tenedores de Bonos Ad Hoc del Fideicomiso del Aeropuerto de la Ciudad de México (MEXCAT) —que dicen tener más del 50% de los bonos— volvió a rechazar la oferta bajo el argumento de que todavía no hay fuentes de pago efectivas que sustituyan su inversión.
Los inversores señalaron en un comunicado que la nueva oferta tiene importantes mejoras, pero afirman que no las pueden apoyar en su forma actual.
Los tenedores de Bonos centran su oposición a la nueva oferta en el plan que tiene el gobierno federal para ampliar los aeropuertos de Toluca y Santa Lucía, pues dicen que no hay garantías para asegurar que no habrá “reducción o eliminación completa del volumen de pasajeros en el aeropuerto Benito Juárez que se espera con el tiempo, como resultado de la apertura de dichos aeropuertos alternativos”.
Antes de este segundo rechazo, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú dijo el miércoles que el plan del gobierno federal prevé que la TUA del aeropuerto de Benito Juárez se mantenga, además de que se plantea que la tarifa que sumen Santa Lucía y el Toluca se incorporen a pagar la deuda.
Sin embargo, la directora de México, ¿cómo vamos?, Valeria Moy señala que si bien es viable que la tarifa de uso aeroportuario se use para pagar la deuda con los inversores de Texcoco, eso se reflejaría en que los usuarios del actual aeropuerto deban pagar más por usarlo.
Además, explicó Valeria Moy, si la TUA se utiliza para pagar la deuda, no existirán recursos para el mantenimiento del aeropuerto y se tendrán que asignar recursos del presupuesto federal.
Las obras en el aeropuerto de Texcoco continúan pese al anuncio de cancelación que emitió el gobierno de Andrés Manuel López Obrador que inició el 1 de diciembre pasado. Esto debido a que no se ha llegado a un acuerdo con los inversores y cancelar el avance implicaría un “evento de incumplimiento”. La recompra de bonos y la oferta de garantía con la TUA busca cambiar esa condición.
La primera oferta de recompra de bonos se lanzó el 3 de diciembre, pero no fue aceptada por los inversores que proponían pagar a modo de subasta desde un 90 a un 100% de lo que pagaron inicialmente como inversionistas. Al no lograr la transacción, el Fideicomiso del Aeropuerto de la Ciudad de México (MEXCAT) fijó el precio al valor al que se emitieron: quien invirtió un dólar, recibirá un dólar y los intereses que generaron.
Si los inversionistas aceptan la nueva oferta del gobierno federal, así como una serie de modificaciones en las cláusulas de los bonos, explicó Hacienda en un comunicado, obtendrán una prima de 10 dólares por cada 1,000 dólares en bonos que acepten vender al gobierno. Esto implicaría que, además de la inversión ya realizada, el gobierno pagará un total 18 millones de dólares en compensaciones.
Los tenedores de bonos insisten en que no fueron consultados para la reformulación de esta propuesta y critican que es poco el límite que se dio a los inversionistas para evaluarlo. La oferta de bonos estará disponible hasta el 4 de enero de 2019.