A pesar de ser una de las familias más ricas de China, los dueños de Huawei habían conseguido pasar relativamente desapercibidos.
Pero ahora están en el centro del ojo público tras la detención en Canadá por supuesta violación de las sanciones de EE.UU. contra Irán de Meng Wanzhou, hija de Ren Zhengfei, el presidente del gigante tecnológico.
Las escasas apariciones en medios de comunicación de los miembros mayores de la dinastía contrastan, esos sí, con la afición a exponerse en redes sociales de los más jóvenes. Y eso permite conocer algunos detalles de la lujosa vida de este clan.
Esta es una guía para conocer quiénes son Ren Zhengei y sus tres hijos, a quienes no solo separan 26 años sino también una predisposición muy distinta a aparecer ante las cámaras.
Ren Zhengfei, el patriarca de la familia, cumplió 74 años el pasado mes de octubre.
Si bien es uno de los hombres más ricos de China (ocupa el puesto 83 de la lista de Forbes en el país con un patrimonio valorado en US$3.200 millones), Ren presume de sus orígenes humildes.
Según su biografía oficial, nació en el seno de una familia rural.
Hijo de maestros de escuela, pasó su infancia en una zona remota de montaña en Guizhou, una de las provincias menos desarrolladas de China.
Ren tuvo la oportunidad de estudiar y con 19 años ingresó en el Instituto de Ingeniería Civil y Arquitectura de Chongqing, hecho que algunos utilizan para poner en duda que provenga de una familia de tan escasos recursos.
"Teníamos sal para cocinar, así que nos consideraban ricos", le dijo a la BBC en una entrevista en 2015.
Lo cierto es que hace dos años Ren volvió a mostrar públicamente que conserva hábitos no tan frecuentes entre personas millonarias: una fotografía de él mientras esperaba la fila del taxi en el aeropuerto de Shanghái con su equipaje se hizo viral en las redes sociales.
Sus palabras para la BBC fueron una de las contadas ocasiones en que Ren habló con un medio de comunicación, lo que contribuye a que su vida esté cubierta por un gran halo de misterio.
De su vida profesional, lo que se sabe es que durante casi una década ocupó diversos cargos técnicos como ingeniero en el ejército chino, algo que asegura que hizo "por pura casualidad".
En su entrevista a la BBC negó que su empresa hubiera recibido peticiones para realizar tareas de espionaje.
"No hay forma de que podamos penetrar en los sistemas de otras personas y nunca hemos recibido una solicitud de este tipo del gobierno chino", dijo entonces.
Pero cuando la periodista de la BBC Linda Yueh le pidió que dijera confirmara que él y su compañía no tenían vínculos con el gobierno chino o el ejército, Ren dijo que abogan por el Partido Comunista Chino y que son leales a su país pero que no permitirían que eso afectara a la seguridad o intereses de otros países.
Ren se casó en tres ocasiones. Su actual esposa, Su Wei, es una millenial que anteriormente fue su secretaria, según medios chinos citados por el diario South China Morning Post.
Con Meng Jun, su primera esposa, tuvo a principios de los 70 a sus dos hijos mayores: Meng Wanzhou y Meng Ping.
Ambos adoptaron el apellido de su madre para "evitar atenciones innecesarias", según medios chinos.
Meng Wanzhou, quien tiene 46 años y también es conocida como Sabrina o Cathy Meng, comenzó su carrera como recepcionista hasta llegar a ser directora financiera de Huawei.
Como su padre, Meng también intentó mantener un perfil bajo (de hecho, muchas personas ni siquiera conocían su parentesco) hasta que se convirtió en portada de medios internacionales a raíz de su detención en Canadá.
Es gracias a los documentos radicados en el tribunal canadiense que juzga su caso que salieron a la luz detalles sobre su vida privada.
Meng, que tiene cuatro hijos y se ha casado dos veces, aseguró haber vivido en Canadá hasta 2009, cuando regresó a China. Sin embargo, dijo volver con frecuencia al país norteamericano.
Así explica algunas de sus propiedades en Canadá como una casa de seis habitaciones valorada en US$4,2 millones y otra gran mansión de US$12,2 millones.
Además, sus abogados hicieron alusión a su mal estado de salud.
Meng sufrió un cáncer de tiroides y padece de hipertensión y desórdenes de sueño, por lo que necesita dosis diarias de medicamentos, según sus representantes legales.
Del segundo hijo del gurú de Huawei, Meng Ping (también conocido como Ren Ping) poco se sabe, al margen de que también trabaja en la empresa de su padre y que parece tener escaso interés en sucederlo al frente de la compañía, según publicó The New York Times en 2013.
Poco después de fundar Huawei, Ren se divorció para casarse con su segunda esposa, Yao Ling, con quien tuvo a su tercera hija, Annabel Yao, que hoy tiene 20 años de edad.
Estudiante de informática en la prestigiosa Iniversidad de Harvard y miembro de su compañía de ballet, la vida de la pequeña de la dinastía tiene poco que ver con la discreción que caracteriza a sus hermanos mayores.
Al menos eso es lo que transmite en sus redes sociales, llenas de cuidadas imágenes de lujo y glamour en las que muestra su pasión por el ballet, la moda y los viajes.
Pocos días antes de que Meng Wahzhou fuera arrestada en Canadá, por ejemplo, Yao era una de las 19 protagonistas de Le Bal en París, uno de los "bailes de debutantes" más exclusivos para las jóvenes aristócratas o de familias ricas de todo el mundo.
En este evento, que tradicionalmente servía para presentar a las jóvenes en sociedad cuando llegaban a la madurez, participaron anteriormente hijas de personalidades como el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi o el expresidente de Nissan, Carlos Ghosn.
Con motivo de esta celebración, Yao consiguió algo inédito: que sus padres posaran junto a ella en su lujosa mansión de Shenzen, China, para una entrevista con la revista francesa Paris Match.
En las imágenes pueden verse algunos rincones de la propiedad -con estatuas de mármol, alfombras orientales o una sala de estar que reproduce a la exactitud la recepción del Grand Hotel de París- y descrita por la revista como un "palacio" de dos kilómetros cuadrados y siete hectáreas de jardines.
En la publicación, Yao cuenta que a los 5 años ya practicaba piano, caligrafía china y pintura china.
"Realmente quería una oportunidad para sentir que he crecido y para salir al mundo", le dijo sobre el baile de debutantes a la revista Vogue en lo que parece una declaración de intenciones.
"Es hora de trabajar aún más para ser no solo un modelo a seguir para otras chicas, sino también para convertirme en alguien a quien la gente considere que ha logrado sus objetivos".
Fiel a su estilo, su padre no ofreció declaraciones a Paris Match. Aunque en el pasado aseguró que el halo de secretismo que le envuelve no es intencional.
"No soy nada misterioso. No sé nada sobre tecnología ni finanzas. Si no sabes mucho, es mejor no destacar demasiado o la gente verá que tienes sucia la parte trasera de los pantalones. Pero no mantengo este perfil bajo a propósito", le dijo a la BBC en 2015.
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