La crisis en la que está sumida la policía chilena como consecuencia de la muerte del joven mapuche Camilo Catrillanca a mano de cuatro de sus efectivos se agravó esta semana, luego de que se hicieran públicos videos de lo sucedido el 14 de noviembre.
El presidente Sebastián Piñera informo el jueves que ya estaban en marcha "los procedimientos correspondientes" para la destitución del jefe de Carabineros de Chile, el general Hermes Soto, luego de que este decidiera no presentar la renuncia solicitada por el propio presidente.
Piñera le había hecho la solicitud de forma directa a Soto el mismo jueves, luego de la publicación de cuatro nuevos videos sobre la muerte Catrillanca en la comunidad de Temucuicui, en la sureña región de La Araucanía.
Pero, según el diario chileno La Tercera, Soto se negó "argumentando que era una mala señal para la institución y que implicaba reconocer que cometió errores".
El jefe policial, sin embargo, le confirmó al mandatario que 10 generales que conforman el Alto Mando de Carabineros ya habían renunciado, "por lo que la cúpula policial quedó automáticamente desbaratada, salvo por el propio Soto", explicó la agencia Efe.
En una conferencia de prensa, Piñera dijo haber llegado a la conclusión de que el cuerpo de "Carabineros necesita un nuevo liderazgo" para enfrentar "con mayor eficacia (…) todos los problemas que lo aquejan en el presente y los desafíos que deberá enfrentar en el futuro".
Pero, como explica Efe, la salida del director general de Carabineros no depende del gobierno, por lo que Piñera emitió un decreto presidencial con la decisión de destituir a Soto que tendrá que ser analizado tanto por la Contraloría General como por ambas cámaras en el Congreso.
Según la agencia española, "el trámite podría incluso llevar meses".
La muerte de Catrillanca, de 24 años, ha sido denunciada por los mapuches como un ejemplo más de la violencia de la que son víctimas por sus reclamos de tierras, sobre las que dicen tener un derecho histórico en Chile y Argentina, lo que ha sido sin embargo desmentido por el gobierno chileno.
El joven, nieto de un connotado líder mapuche, volvía a su casa en un tractor acompañado de un menor cuando fue alcanzado en la cabeza por una bala de los Carabineros, según la policía durante un intercambio de disparos en un operativo policial.
Pero los agentes responsables por los disparos pertenecen a un comando de las Fuerzas Especiales de Carabineros que forma parte de un operativo de seguridad que, según el padre de la víctima, fue implementado por el gobierno para "poder violentar a nuestra gente".
Y, según la agencia Efe, mientras en la capital chilena las autoridades tratan de salvar la cara de la institución policial a base de renuncias, en Temuco, a más de 600 kilómetros al sur de Santiago, la comunidad mapuche prepara para este viernes una gran marcha por "la vida, la desmilitarización, la verdad, la paz y la libre determinación".
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