El gobierno de Nicaragua anunció este miércoles una "suspensión temporal" de la presencia de dos misiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que investigan la violencia durante las protestas contra la presidencia de Daniel Ortega.
En una carta dirigida a Luis Almagro, el secretario general de la Organización de Estados Americanos de la que forma parte la CIDH, la Cancillería dio por suspendida la presencia del Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (Meseni) y del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).
El canciller nicaragüense Denis Moncada dijo que esta determinación se mantendrá "hasta que se restablezcan las condiciones de respeto a la soberanía y cese de injerencia en los asuntos internos de Nicaragua" por parte de la CIDH y de Almagro.
La CIDH confirmó que recibió la carta, pero expresó su desacuerdo.
"La CIDH lamenta la decisión del Estado de Nicaragua y comunica que el Meseni seguirá funcionando desde su sede en Washington D.C.", indicó el organismo en un comunicado.
"Para ello continuará en contacto permanente con las organizaciones de la sociedad civil, movimientos sociales, actores estatales y con las víctimas de violaciones de derechos humanos", añadió.
Las misiones de expertos de la CIDH realizaban desde junio investigaciones a los actos de violencia ocurridos entre el 18 de abril y el 30 de mayo, durante protestas contra el gobierno de Ortega.
Las manifestaciones iniciaron luego de que el gobierno aprobara una legislación que afectaba derechos sociales. Aunque la ley fue desechada, las protestas contra Ortega continuaron con un saldo de al menos 325 fallecidos hasta ahora.
El gobierno nicaragüense dice que se trató de un intento de golpe de Estado, pero acordó con la CIDH permitir que misiones de protección a los derechos humanos investigaran si hubo violaciones a los derechos humanos.
"La CIDH reitera que la situación de Nicaragua continuará siendo una prioridad, reafirma su compromiso con las víctimas de violaciones de derechos humanos y seguirá monitoreando el cumplimiento por parte del Estado nicaragüense de sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos contraídas voluntariamente", indicó la CIDH.
En la carta a Luis Almagro, el canciller Moncada criticó el trabajo de las misiones de la CIDH en la investigación de las protestas ocurridas entre abril y mayo.
Señaló que hubo "falta de imparcialidad y objetividad" en las pesquisas, así como "sesgo" en un informe preliminar sobre lo ocurrido.
También acusó al Meseni y al GIEI de no investigar suficientemente las muertes de policías cometidas, según el canciller, por los "golpistas".
"Estos procesos se han caracterizado por una actitud injerencista, intervencionista, haciéndose eco de las políticas del gobierno de los Estados Unidos de América en contra de Nicaragua", señaló Moncada.
También criticó algunas declaraciones de Almagro presuntamente dadas en foros internacionales en contra del gobierno de Ortega, al que supuestamente califica de "dictadura".
"Sus palabras mentirosas y violentas demuestran que usted no tiene la capacidad ni los méritos para continuar desempeñando el cargo de secretario general (de la OEA)", escribió Moncada.
En un mensaje en Twitter, Almagro rechazó la suspensión de la presencia de la CIDH y sus misiones.
"(La) medida tomada por régimen Ortega-Murillo adentra aún más al país en el terreno del autoritarismo", escribió el secretario general de la OEA en referencia al presidente y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.
"Expulsar investigadores y defensores institucionales de los derechos humanos es característico de quienes pretenden que no se haga justicia y perpetuar la impunidad", dijo en un comunicado Almagro.
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