En internet hemos visto casi de todo. Pero ahora, las redes están siendo testigos de algo mucho más insidioso.
Se llama ‘cloutlighting’, una mezcla de las palabras inglesas ‘clout’ (ganar notoriedad) y ‘gaslighting’ (volver loco a alguien).
Incluso si no has escuchado el término, es posible que hayas visto los videos de este fenómeno que llevan un tiempo dando vueltas por las redes sociales.
En estas grabaciones, una persona hace algo para enfadar a propósito a su pareja.
Suelen ser bromas o intentos deliberados de comenzar una pelea.
Quien empieza el asunto, tiene preparada la cámara y comienza a grabar con el teléfono en cuanto arranca la inevitable discusión.
Como si eso no fuera suficientemente malo, luego se publica en las redes sociales para que personas de todo el mundo puedan juzgar la situación.
La última versión de esta tendencia ha sido un video filmado a principios de este año que acaba de comenzar a circular por las redes.
En él se ve a una mujer llorando después de que su novio se comiera su último trozo de comida a pesar de que le había pedido que no lo hiciera.
La BBC decidió no enlazar el video para evitar aumentar la angustia de la mujer.
"No estoy llorando por la costilla", dice entre lágrimas. "Estoy llorando porque me sacas de quicio". De hecho, ella se enoja tanto que llama a su madre para pedirle ayuda.
En respuesta, el chico le dice que es una "mimada".
Y después de filmarla llorando, publica on line la discusión.
Pero este no es el primer video de este tipo.
Hace solo unos años había una cuenta bastante famosa en redes sociales dirigida por una pareja, Jesse y Jeana.
Ambos se dedicaban a hacerse bromas bastante crueles.
Una vez Jesse convenció a Jeana de que su gato había muerto. Después siguió el mismo patrón: la grabó llorando, riéndose en su cara y publicando el video en YouTube.
Y aunque las grabaciones podrían haber sido consentidas, cada vez más personas se han sumado a la oleada de "bromas" similares a sus parejas sin que haya un permiso previo,
El cloutlighting no se limita a las relaciones de pareja.
El año pasado, una pareja perdió la custodia de dos de sus cinco hijos después de hacerles "bromas" que consideraban particularmente pesadas y subirlas a su canal de YouTube.
Las bromas incluían una en la que le decían a su hijo menor que había sido adoptado por otra familia.
El padre negó que las acusaciones de que las bromas fueran abusivas.
El término ‘cloutlighting’ fue acuñado por primera vez por Jessica Lindsay, del periódico británico Metro.co.uk, después de ver el video del tipo que se acababa la comida de su novia.
"Me hizo sentir muy incómoda", dice Jessica. "Y aunque la mayoría de los comentarios eran bromas a costa de la mujer, otros mostraron que no era la única alarmada por el video".
Los comentarios a los que se está refiriendo, que inundaron un reciente tweet sobre el video, iban destinados a la mujer. Algunos especulaban con que debía haber tenido un día difícil y que estaba ansiosa por la comida.
Algunos post sugerían que debería dejar a su novio. "¿Qué clase de pareja es esa que solo quiere hacerte sufrir con supuestas bromas?", decía un post.
"Pensando un poco ", dice Jessica," recordé un montón de videos que mostraban comportamientos tóxicos y que se habían vuelto virales. En la mayoría de los casos, nadie levantó la voz para decir que había algo malo en la conducta".
Después de reflexionar sobre todo esto se le ocurrió la palabra "cloutlighting".
" Cloutlighting es una mezcla de clout y gaslighting, esencialmente significa que la gente trata de hacerse famosa en las redes sociales al hostigar a otras personas claramente incómodas con "bromas" o "burlas".
Paola Diana, una activista feminista está de acuerdo.
Esta autora de libros sobre el gaslighting, una forma de abuso emocional en el que un miembro de la pareja hace que el otro dude de sí mismo o incluso de su estado mental, cree que en algunos casos, el cloutlighting podría considerarse como otra forma más de abuso emocional.
"Ya sea para un millón de suscriptores en YouTube o unos pocos cientos de amigos en Facebook, estos videos tienen un objetivo: reírse a costa de la víctima, que en algunos casos puede estar realmente angustiada", dice.
Paola recuerda un video donde un hombre finge tirar a su hijo, que en realidad es un maniquí, por el balcón, y otro donde una persona "confiesa" ante la cámara que engaña a su pareja.
"Las reacciones a estas bromas siempre van a ser extremas, entonces ¿por qué alguien querría compartir esto con sus familiares y amigos o incluso el mundo entero? Es una forma de hacer que la víctima de la broma parezca inestable mentalmente".
El psicoterapeuta Toby Ingham está de acuerdo con esta afirmación.
"Burlas como estas, porque no creo que ‘broma’ sea la palabra correcta, siembran la duda en la mente de la víctima. Te dejan pensando: ‘¿He exagerado?’ La víctima siente que debería reírse de algo que no les parece gracioso".
Así que ahí lo tienen.
Si alguien es capaz de hacernos enfadar, grabarnos y publicarlo en las redes sociales para conseguir un ‘like’, hay que meditar seriamente si es conveniente abandonar a esa persona.
Porque piénsalo: cuando estás molesto, por cualquier razón, lo último que quieres es tener una cámara en la cara.
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