Van dos en menos de una semana. El ministerio de Exteriores de Canadá informó que intenta localizar a un segundo ciudadano de ese país que podría haber sido detenido en China.
Se trata de Michael Spavor, un ejecutivo residente en Dandong (una ciudad próxima a la frontera con Corea del Norte), quien había contactado hace unos días a funcionarios canadienses para avisarles de que estaba siendo interrogado por las autoridades chinas.
Guillaume Bérubé, portavoz del ministerio de Exteriores de Canadá, dijo que el gobierno trabaja duro para determinar dónde se encuentra Spavor.
En su último mensaje en Twitter, el ejecutivo dijo el domingo que viajaría a Seúl (Corea del Sur) pero no llegó a ese país el lunes como estaba previsto.
La desaparición de Spavor se produce pocos días después de que las autoridades de China arrestaron al exdiplomático canadiense Michael Kovrig.
La prensa estatal china afirma que Kovrig está detenido bajo sospecha de haber participado en "actividades que dañan la seguridad del Estado" en ese país.
Kovrig trabajó como diplomático en Pekín, Hong Kong y la ONU en Nueva York y actualmente es investigador del centro de análisis International Crisis Group (ICG).
Durante una rueda de prensa en Ottawa el miércoles, la ministra de Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, dijo que el caso de Kovrig había sido tratado con funcionarios chinos.
La funcionaria también se refirió al caso de un segundo canadiense a quien no quiso mencionar porque se trata de "una situación delicada" y quería respetar su privacidad.
Sin embargo, poco después, su portavoz se refirió a este otro ciudadano que se "encuentra desaparecido en China" y lo identificó como Spavor.
Este ejecutivo está a cargo de una organización llamada Paektu Cultural Exchange, que se dedica de organizar viajes de negocio, turismo y cultura a Corea del Norte.
Spavor visita con frecuencia ese país y es un analista reconocido sobre temas coreanos.
Los casos de Kovrig y Spavor se producen en un momento de alta tensión en las relaciones entre China y Canadá por la detención en Vancouver el pasado 1 de diciembre de Meng Wanzhou, la hija del fundador del gigante de las telecomunicaciones chino Huawei.
Meng, quien es la directora financiera de la compañía, fue arrestada por una solicitud de Estados Unidos que busca su extradición para procesarla por una posible violación de las sanciones contra Irán.
La reacción de China no se hizo esperar. Sus autoridades calificaron la detención de Meng como "extremadamente ofensiva e ilegal" y advirtieron a Canadá que si no la dejaban en libertad de inmediato habría "consecuencias graves".
El pasado martes, las autoridades judiciales de Canadá otorgaron a Meng la libertad tras el pago de una fianza de US$7,4 millones pero aún no se ha librado del proceso judicial con miras a su posible extradición.
Las autoridades de Canadá aseguraron que no existe un "indicio explícito" de que existe algún vínculo entre el arresto de Meng y la detención de Kovrig.
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