Filósofo y profesor emérito de la Escuela de Comando y del Estado Mayor del Ejército de Brasil, que se declara "liberal moderado, como el doctor Carlos Lleras Restrepo", el ex presidente de Colombia.
Este es, en esencia, el perfil de Ricardo Vélez Rodríguez, colombiano de nacimiento y formación, al que Jair Bolsonaro nombró nuevo ministro de Educación de Brasil del gabinete que arranca el próximo 1 de enero.
Sin embargo, un repaso a su blog o a los libros publicados por Vélez explican mejor los matices su posición alejada del "socialismo vacío" que, estima él mismo, ha imperado en Brasil en los últimos años.
Férreo opositor del PT, en 2014 escribía una columna de opinión en la que defendía la intervención del ejército que desembocó en el golpe de Estado de 1964. Algo muy en línea con las opiniones extremas de las que Bolsonaro ha hecho gala durante la campaña electoral.
Titulada "1964, meio século depois", ("1964, medio siglo después") el nuevo ministro de Educación señalaba a la "izquierda rabiosa" como la culpable de que no se estudie bien en las universidades el "papel heroico" que jugaron las fuerzas armadas en el golpe militar.
"La intervención militar evitó que los comunistas tomasen el poder, instaurando una dictadura del proletariado, con el baño de sangre que eso provocaría en un país de dimensiones continentales como Brasil. La opinión pública sabe que lo que la extrema izquierda buscaba era eso", recordó.
Gracias a la "valiente intervención de las Fuerzas Armadas, Brasil no tuvo su ´República de las FARC´, y el ejército aniquiló la posibilidad de que hubiera un territorio controlado por terroristas".
"Nuestras Fuerzas Armadas sabían lo que pasaba alrededor de Brasil y lucharon para impedir una dictadura comunista en nuestro país. ¿Hay algo malo en eso? La izquierda alucinada pretende que se trató de un ataque a los derechos humanos", citó al profesor el diario O Globo en su web.
En una carta en la que aceptó el cargo, dejó claro que su objetivo al frente de la cartera de educación es la de preservar los valores tradicionales de la sociedad brasileña, a la que califica de conservadora. La protección de la familia y de la moral humanista, agregó, serán la guía de las próximas decisiones en materia educativa.
"No a la discriminación de ningún tipo. No a la instrumentalización de la educación con finalidad político-partidaria. Sí a una educación que mira a las personas, preservando sus valores y su libertad", dijo.
"Es un moderado, abierto a pensamientos contradictorios. Trata otras ideas con educación y respeto", aseguró a medios locales la profesora Valéria Martins Oliveira, coordinadora del curso de derecho en la misma facultad en la que enseña Vélez.
El futuro ministro cree que en la última década los brasileños fueron rehenes de "un adoctrinamiento enmarcado en la ideología marxista, destinada a desmontar los valores tradicionales de nuestra sociedad", en una clara referencia a la etapa de gobierno del Partido de los Trabajadores Luiz Inácio Lula da Silva.
"El socialismo en Brasil se ha convertido en una máquina de robar al Estado y el Partido de los Trabajadores perdió legitimidad para representar los intereses de la sociedad".
Para Rodríguez Vélez la educación que se imparte en las aulas brasileñas ahora mismo ha llevado a "invenciones nocivas en materia pedagógica como la educación de género, la dialéctica de "nosotros contra ellos" que atacan la conservación de la vida, de la familia, religión, de la ciudadanía, en suma, del patriotismo".
Por eso, uno de sus objetivos al frente de la cartera de Educación será el de "limpiar todo el escombro marxista que se ha apropiado de las propuestas educativas por parte de no pocos funcionarios del ministerio", citó O Globo recogiendo unas declaraciones del profesor en sus redes sociales.
"Su nombramiento ha sido un poco decepcionante para la comunidad educativa. Nunca fue rector de una universidad y pese a su larga trayectoria académica nunca ha ocupado un puesto de gestión en una institución educativa. Era profesor en una academia militar", explicó a BBC Mundo Claudia Costin, directora del Centro de Excelencia e Innovación en Políticas Educativas.
Rodríguez Vélez quiere además racionalizar el uso del dinero, y dar más espacio a los municipios en lo que respecta a la educación de primaria y secundaria, quitándole poder a los estamentos federales.
Vélez Rodríguez, de 75 años, nació en Bogotá, aunque sus raíces se remontan al departamento Antioquia.
Llegó a Brasil en 1979 huyendo de la violencia en Colombia. El año anterior, siendo docente de la Universidad de Antioquia en Medellín, habían asesinado a 18 profesores y le propuso a su primera esposa, de nacionalidad brasileña, mudarse a Rio de Janeiro para realizar el doctorado, y volver cuando la ola de violencia hubiera pasado.
Pero la violencia no cesaba y Vélez Rodríguez acabo viviendo en Brasil, en donde consiguió la nacionalidad hace 21 años, en 1997. Se licenció en Filosofía por la Universidad Pontificia Javeriana y en Teología por el Seminario Conciliar de Bogotá.
"A Bolsonaro lo conocí hace 10 años cuando yo trabajaba en la Universidad Federal, me pareció una persona muy honesta, muy dinámica", dijo estos días en la radio.
Actualmente, Vélez Rodríguez es profesor asociado de la Universidad Federal de Juiz de Fora, en el estado de Minas Gerais.
"En su blog es bastante agresivo con lo que él llama educación marxista, pero tenemos la esperanza de que mantenga algunos de los importantes progresos que el país ha conseguido en la creación de estándares nacionales y los progresos en educación como el de universalizar el acceso al sistema educativo", apuntó Costin.
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