A juzgar por el discurso del presidente Donald Trump y el énfasis que ha puesto en su idea de construir un muro en la frontera con México, se pensaría que la inmigración ilegal es un problema creciente en Estados Unidos.
Durante la campaña presidencial de 2016, Trump insinuó que la cifra de extranjeros no autorizados residiendo en ese país podría estar por encima de los 30 millones, un número que superaba ampliamente la estimación existente hasta la fecha de 12,2 millones.
De igual modo, en el reciente proceso para las elecciones de mitad de periodo el mandatario habló de "invasión" para referirse a la caravana de miles de migrantes -procedentes mayoritariamente de América Central- que cruzaban México con intención de buscar refugio y asilo en Estados Unidos.
Paradójicamente, sin embargo, la cantidad de extranjeros no autorizados en Estados Unidos en realidad no ha aumentado sino que ha descendido.
Concretamente, esa cifra cayó de 12,2 millones en 2007 a 10,7 millones en 2016, de acuerdo con un estudio realizado por el Centro de Investigaciones Pew, que se basa en datos oficiales procedentes de fuentes como la Oficina del Censo de EE.UU.
Eso significa que, al menos antes de que Trump llegara a la Casa Blanca, el número de inmigrantes no autorizados en ese país se encontraba en 2016 su punto más bajo desde 2004.
Esta nueva estimación también implica que este grupo de personas redujo su peso dentro del conjunto de extranjeros en Estados Unidos, al pasar del 30% al 24% del total.
A partir de 1990, la cifra de indocumentados en la primera potencia mundial registró un crecimiento constante que tuvo su punto máximo en 2007. Desde entonces, la tendencia cambió.
En todo este proceso, hay un país latinoamericano que tiene un papel central: México.
El número mexicanos que residen sin autorización en Estados Unidos se estima en 5,4 millones, lo que representa poco más de la mitad de todos los extranjeros que se encuentran en esta situación.
Esa cifra, no obstante, refleja un drástico descenso en comparación con los 6,9 millones de mexicanos sin papeles que había en 2007, cuando equivalían a 57% de los migrantes en esa situación.
El Centro Pew considera que este ha sido precisamente un elemento fundamental en la reducción de la cifra de inmigrantes no autorizados en EE.UU.
Según el estudio, entre 2009 y 2014 el número de mexicanos que abandonó Estados Unidos superó al de los que emigraron a ese país.
"La caída se debe principalmente a la salida de inmigrantes no autorizados", señala el texto.
La investigación cita un reporte del gobierno de México de acuerdo con el cual la mayor parte de los emigrantes que volvieron a ese país aseguran haberlo hecho de forma voluntaria y motivados por el deseo de reunirse con sus familias.
Solamente 14% dijo haber retornado por causa de un proceso de deportación.
Al mismo tiempo, parece haberse producido un descenso en el número de mexicanos que cruzan sin autorización la frontera hacia Estados Unidos.
Para apuntalar esta idea, el Centro Pew cita las cifras sobre la disminución de las detenciones de estos ciudadanos reportadas por la Patrulla Fronteriza.
En 2017, hubo unos 130.000 mexicanos detenidos en la frontera con Estados Unidos, una cifra muy inferior a los más de 800.000 que fueron arrestados en 2007.
Aunque el estudio reconoce que ese dato no es un fiel reflejo de la inmigración no autorizada, los expertos consideran que es un dato relevante que permite contextualizar la situación.
Pero México no es la única nación de América Latina relevante a la hora de estudiar la presencia de extranjeros no autorizados en Estados Unidos. De hecho, 11 de los 20 países de origen de este tipo de migrantes son de la región.
Los países de origen de la mayor parte de los migrantes no autorizados en Estados Unidos (2016) |
|
---|---|
México |
5.450.000 |
El Salvador |
725.000 |
Guatemala |
575.000 |
India |
475.000 |
Honduras |
425.000 |
China |
325.000 |
República Dominicana |
210.000 |
Filipinas |
140.000 |
Brasil |
130.000 |
Corea del Sur |
130.000 |
Ecuador |
120.000 |
Colombia |
120.000 |
Haití |
100.000 |
Jamaica |
95.000 |
Canadá |
95.000 |
Venezuela |
90.000 |
Ex Unión Soviética |
80.000 |
Perú |
75.000 |
Reino Unido |
75.000 |
Nicaragua |
70.000 |
Fuente: Centro de Investigaciones Pew |
En el caso de la mayor parte de los estados de América del Sur -incluyendo Perú, Colombia o Brasil- se registró una caída en la cantidad de ciudadanos sin papeles.
Sin embargo, son latinos, concretamente de Centroamérica, los que entre 2007 y 2016 registraron un mayor aumento en la cifra de emigrantes sin papeles en EE.UU.
A la cabeza se encuentran, Guatemala (150.000 más), Honduras (140.000 más) y El Salvador (130.000 más).
Este incremento de ciudadanos procedentes del llamado Triángulo Norte también se refleja en las detenciones realizadas por la Patrulla Fronteriza, en cuyos reportes de 2014 y 2016 las capturas de no mexicanos superaron a las de los ciudadanos de ese país. En 9 de cada 10 casos, los detenidos procedían de El Salvador, Guatemala y Honduras.
En cualquier caso, el número de inmigrantes no autorizados como parte de la población total de Estados Unidos se redujo entre 2007 y 2016 de 4% a 3%.
Y todo eso antes de que llegara Donald Trump a la Casa Blanca y propusiera construir un muro en la frontera con México.
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