Piedras, gases lacrimógenos y cristales rotos.
En la final de la Copa Libertadores prevista para este sábado, no hubo fútbol.
En su lugar, se produjeron varios incidentes de violencia, entre ellos, el ataque de seguidores de River al autobús en que viajaban los jugadores de Boca.
La policía intervino y en el altercado varios deportistas resultaron heridos.
Ello llevó a que la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) atrasara el encuentro en dos ocasiones y, finalmente, lo cancelara.
Se prevé que se celebre el domingo, a las 17:00 hora local.
Entre la gran expectación generada, el autobús con los jugadores de Boca se dirigía al Monumental para comenzar el encuentro.
Pero a su paso por el barrio Núñez de Buenos Aires, fanáticos de River concentrados en la calle comenzaron a lanzar todo tipo de objetos al vehículo del plantel xeneize.
En varios videos difundidos por redes sociales, se puede ver a los aficionados lanzando desde botellas hasta lo que parecen ser piedras, lo que provocó que varios cristales del micro se rompieran.
La policía intervino y utilizó gases lacrimógenos, y esta sustancia también afectó a los jugadores que viajaban en el autobús, según informa la prensa argentina.
"La policía se vio desbordada", señaló César Martucci, dirigente de Boca, en declaraciones a Fox Sports Argentina.
En un video difundido también en internet -y compartido por Jorge Batista, médico de Boca, en Instagram-, se puede ver cómo se vivió el ataque desde dentro del micro.
Los jugadores primero aparecen cantando hasta que se empiezan a escuchar golpes y el ambiente cambia radicalmente.
"¡Un médico! ¡Llamen a un médico!", comienzan a gritar.
"El micro de Boca no tenía la custodia que debía, me siento muy mal por todo lo que pasó", señaló el presidente de River Plate, Rodolfo D’Onofrio, a Fox Sports Argentina.
Varios jugadores de Boca resultaron heridos tras lo ocurrido, y ello llevó a que el partido se tuviera que cancelar este sábado.
Según la información de medios argentinos y la agencia Efe, en total, los heridos son el capitán Pablo Pérez y sus compañeros Gonzalo Lamardo, Carlos Tevez y Agustín Almendra.
Al parecer, sufrieron daños en los ojos, vómitos e incluso cortes en la piel.
En concreto, el capitán de Boca, Pablo Pérez, y el portero juvenil Gonzalo Lamardo aparecieron con vendas en un ojo en fotografías reproducidas por la prensa local.
Almendra, por su parte, sufrió varios cortes en el cuerpo y Tevez vomitó varias veces en el vestuario, como consecuencia del gas pimienta, informaron fuentes allegadas al club a Efe.
Los mensajes de condena ante lo ocurrido no tardaron en aparecer.
Entre ellos, el de Gabriel Batistuta, histórico goleador de la selección argentina y exjugador de River Plate y Boca Juniors.
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