Las tensiones entre Rusia y Ucrania se han estado incrementando durante meses en las aguas que rodean a la península de Crimea, que Moscú se anexó en 2014.
Ambos países están enfrentados -de forma indirecta- en tierra, con las fuerzas ucranianas combatiendo a separatistas apoyados por Rusia en el este de Ucrania.
El domingo 25 de noviembre, en un incidente descrito como "peligroso", las fuerzas armadas de ambos países se enfrentaron por primera vez de forma directa en el mar, cuando Rusia capturó a tres barcos de la armada ucraniana en la costa de la península de Crimea.
El incidente ocurrió en el estrecho de Kerch, un cuerpo de agua que separa al mar Negro del mar de Azov, una zona que se ha convertido en los últimos meses en un nuevo escenario del conflicto entre los dos países.
El parlamento de Ucrania decidió este lunes imponer el estado de excepción, punto al que no se llegó ni siquiera después de la anexión rusa de Crimea o de la sublevación prorrusa en el este del país.
Te explicamos a continuación cómo se llegó a este punto en el conflicto entre Rusia y Ucrania.
La Armada ucraniana dijo que el domingo las lanchas del servicio de guardacostas de Rusia abrieron fuego contra su flotilla, que se dirigía desde el puerto de Odessa en el mar Negro hasta el de Mariúpol en el mar de Azov.
Rusia, por su parte, acusó a los barcos ucranianos de entrar ilegalmente en sus aguas.
Las autoridades ucranianas aseguran que las fuerzas rusas trataron de interceptar los barcos.
La flotilla continuó hacia el estrecho de Kerch, el único acceso hacia el mar de Azov, pero fueron detenidos bajo el puente de Kerch.
Rusia posteriormente movilizó dos cazas y dos helicópteros y explicó que había suspendido el tráfico marítimo por razones de seguridad.
La Armada ucraniana, por su parte, aseguró que sus barcos habían sido golpeados y que se les impidió el paso cuando trataron de salir de la zona.
El Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB, antiguo KGB) confirmó posteriormente que uno de sus barcos de la guardia costera utilizó la fuerza para detener a la flotilla de Kiev.
Ucrania aseguró que había informado a las autoridades rusas de sus planes de manera previa.
Ucrania, exrepública soviética, obtuvo su independencia después del colapso de la Unión Soviética, en 1991.
Pero Ucrania siempre se ha visto inclinada hacia Occidente y es considerada por Rusia como una amenaza para sus intereses.
En 2014, protestas callejeras masivas contra la decisión del gobierno de Ucrania de abandonar los planes para un acuerdo de asociación con la Unión Europea condujeron a la destitución del líder ucraniano Viktor Yanukóvich, apoyado por Rusia.
Entonces, Rusia se anexó Crimea y combatientes separatistas, apoyados por Rusia, lanzaron un enfrentamiento armado en las regiones de Donetsk y Luhansk, en el este de Ucrania.
Ucrania y Occidente acusaron a Rusia de enviar sus tropas a la región y armar a los separatistas, pero Moscú niega las acusaciones y afirma que son voluntarios rusos que están ayudando a los rebeldes.
Desde que Moscú se anexó Crimea en 2014, las tensiones entre ambos países se han incrementado por el acceso al mar Negro y al mar de Azov, que rodean la Península.
Y tanto Moscú como Kiev han estado aumentando su presencia militar en la zona.
La zona entre el mar Negro y el mar de Azov, donde ocurrió la última confrontación, es un laberinto de fronteras disputadas y derechos en disputa para tener acceso por el estrecho de Kerch.
Después de que Moscú se anexó Crimea, Rusia reclamó las aguas territoriales frente a la costa de la península, lo que Ucrania no reconoce.
El puente de Kerch, donde Rusia detuvo a las embarcaciones ucranianas, une a Rusia continental con Crimea y fue construido por Moscú a principios de este año a pesar de la oposición de Ucrania.
Ucrania reclama el derecho a patrullar todo el mar de Azov, como lo establece un tratado con Rusia que declara al mar como aguas territoriales compartidas entre ambos países.
Pero el tratado fue firmado mucho antes de que las relaciones se helaran después de las protestas callejeras que condujeron a la destitución de Yanukóvich, en 2014.
Ucrania afirma que las acciones de Rusia violan el tratado y la Ley Marítima de Naciones Unidas, que debe garantizar el acceso por el estrecho de Kerch.
Rusia, sin embargo, asegura que los barcos ucranianos estaban maniobrando de forma peligrosa, lo cual condujo a que el estrecho fuera clausurado temporalmente por seguridad.
Mientras tanto, continúan los combates en tierra, donde más de 10.000 personas han muerto en las regiones de Donetsk y Luhansk, en el este de Ucrania, que han quedado bajo control de los separatistas prorrusos desde abril de 2014.
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