Es fácil entender por qué la ciudad más antigua de Alemania atrae a tantos turistas.
Tréveris posee la mayor cantidad de ruinas del Imperio romano fuera de Roma y los viñedos de sus alrededores producen algunos de los mejores vinos del país.
Pero para los aproximadamente 150.000 chinos que la visitan cada año —más que a cualquier otro destino alemán—, el legado de Tréveris como el lugar de nacimiento de Karl Marx es el principal atractivo.
Reconocido como el padre del socialismo, Marx creía que la lucha entre las clases dominantes y las clases oprimidas estaba impulsada por la propiedad privada de los bienes y servicios —básicamente el capitalismo—.
El filósofo sostuvo que la transferencia de la administración de los bienes y servicios de los individuos al gobierno liberaría a la sociedad de la opresión de clase.
La ideología de Marx es la guía de la República Popular de China.
"Si nos desviamos o abandonamos el marxismo, nuestro partido perdería su alma y su dirección", dijo recientemente el presidente chino, Xi Jinping.
Además, muchos chinos consideran un héroe al filósofo alemán.
La popularidad de Tréveris entre estos viajeros ha propiciado que las tiendas de los minoristas de la ciudad estén llenas de una gama ecléctica de souvernirs, desde cortadores de galletas con la silueta de Marx hasta alcancías con la forma de su cabeza.
Muchos minoristas se inscribieron en el taller de etiqueta ofrecido por la Cámara de Comercio e Industria de Tréveris, donde se les recomendaron cosas como no envolver los recuerdos en papel blanco —el color de las túnicas funerarias chinas— y evitar cualquier referencia al número 250, una jerga para "estúpido" en chino.
En honor al bicentenario del nacimiento de Marx en 2018, se imprimieron miles de billetes de cero euros con la cara del filósofo (en el mismo papel que los euros válidos y con las mismas filigranas), para venderlos como souvenirs.
Figura controvertida
Pero los abusos contra los derechos humanos que han tenido lugar en las naciones comunistas, incluida China, han convertido a Marx en una figura controvertida.
En Alemania, muchos lo critican. En particular, los antiguos residentes de Alemania Oriental, que alguna vez estuvieron sujetos al régimen comunista.
Alexander Schumitz, que dirige las estrategias de marketing de la junta de turismo de Tréveris, admite que la decisión de aceptar el estatus de la ciudad como el lugar de nacimiento de Marx es reciente.
"La mayoría de gente está de acuerdo con que Marx fue un filósofo importante", dice.
"No es responsable de lo que las personas hicieron con sus ideas. Es verdad que Tréveris ignoró a Marx durante casi 200 años, pero después de la caída del Muro de Berlín, la mayoría de los residentes aceptaron a Marx como un famoso hijo de la ciudad", señala.
Cuando el gobierno chino anunció su intención de regalar a Tréveris una estatua de Marx para honrar el bicentenario de su nacimiento, la ciudad aceptó.
Pero un representante enviado a China tuvo la tarea de persuadir al artista para que redujera el tamaño del monumento.
Originalmente iba a ser de 6,4 metros, pero le sugirió que una altura de 5,5 metros, incluyendo la base, ofrecería un guiño a su fecha de nacimiento: 5 de mayo de 1818.
La nueva estatua es una de las paradas obligadas para cualquiera que haga una visita temática de Marx a Tréveris, ubicada a solo 20 minutos en automóvil de la frontera entre Alemania y Luxemburgo.
Otra es un semáforo en el centro de la ciudad. Sus luces verde y roja tienen la forma de Marx.
Pero es la Casa Karl Marx la que atrae a la mayoría de los visitantes. Ahí es donde nació.
El museo, rodeado por un jardín con flores, alberga un famoso busto de Marx esculpido por su bisnieto, una primera edición de "El capital", el trabajo seminal de Marx y una foto de Hua Guofeng, el sucesor del presidente Mao Zedong, visitando el museo.
Paralelamente a los atractivos relacionados con Marx, están en marcha los planes para conmemorar el 200 aniversario, en 2020, del nacimiento de Friedrich Engels, que editó "El capital" y fue coautor del "Manifiesto comunista", con Marx.
Marx siempre será una figura divisiva, pero Schumitz dice que no fue difícil reconocerlo como un hijo de la ciudad.
"Es uno de los filósofos más importantes del siglo XIX", señala. "Sus teorías todavía se discuten hoy, y todavía influyen en la política de hoy. Esto es importante para la ciudad porque sus ideas se basan en las experiencias que tuvo en Tréveris".
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