La sociedad iraquí está conmocionada tras el asesinato en las últimas semanas de reconocidas y mediáticas profesionales que muchos interpretan como amenazas hacia otras mujeres en su situación.
De hecho, quien fuera Miss Irak en 2015, Shimaa Qasim, dijo este fin de semana haber recibido amenazas de muerte poco después de que Tara Fares, otra conocida modelo, fuera asesinada.
La modelo lo contó entre llantos en un video en vivo compartido con sus más de 2,7 millones de seguidores de Instagram. "Tú serás la siguiente", decía el mensaje que aseguró haber recibido.
El pasado jueves, la modelo y celebridad en las redes sociales iraquíes Tara Fares, de 22 años, fue asesinada a balazos por hombres armados mientras conducía su auto en Bagdad.
Su muerte tuvo lugar solo dos días después de que Su’ad al Ali, una destacada activista por los derechos de los mujeres, fuera también asesinada en la ciudad de Basora, en el sur del país.
Y en agosto, otras dos empresarias del sector de belleza, Rafeef al Yaseri y Rasha al Hassan, aparecieron muertas en sus viviendas durante la misma semana en circunstancias que aún se investigan.
Se desconoce si los asesinatos guardan algún tipo de conexión, pero miles de usuarios incendiaron las redes sociales asegurando que se trata de una campaña para atemorizar a mujeres que intentan romper los roles tradicionales en la conservadora sociedad de Irak.
El primer ministro iraquí, Haider al Abadi, dijo tener la impresión de que hay "un plan detrás de estos crímenes" y ordenó la apertura de una investigación.
"Basta de mandarme fotos y palabras de amenazas. No somos prostitutas, solo intentamos vivir en paz", dijo Qasim en su video emitido desde Jordania este sábado, aunque aseguró que planea regresar a Irak pese a los mensajes recibidos.
"Si muero, no importa. Seré una más entre los jóvenes que murieron. Pero, ¿qué ganarían con mi muerte?", preguntó.
La modelo destacó cómo su colega Tara Fares, quien había sido finalista en un certamen de belleza nacional en 2014 y que tenía más de 2,8 millones de seguidores en Instagram, "no había insultado a ningún chií, ni ofendió a ningún suní, ni hablaba de política".
Dijo que las mujeres que habían logrado ser reconocidas en Irak estaban siendo"masacradas como pollos" y describió a Fares como "una mártir".
Fares, de 22 años, murió cuando dos motociclistas abrieron fuego contra ella en el centro de Bagdad.
Aunque ocasionalmente viajaba a la capital del país por motivos de trabajo, Fares vivía desde hace tres años en Irbil, la capital del Kurdistán iraquí, porque se sentía más segura.
En un video publicado por las autoridades se ve cómo un hombre enmascarado introduce el arma por la ventanilla de su vehículo antes de abrir fuego.
El asesinato de Fares volvió a atraer la atención mediática sobre otros dos asesinatos relacionados con el mundo de la belleza ocurridos el pasado mes de agosto.
Rafif al Yaseri, una popular cirujana plástica de 32 años habitual en televisión y conocida en los medios como "la Barbie de Irak"; y Rasha al Hasan, dueña de un famoso centro de belleza, aparecieron muertas en sus respectivas casas en la misma semana.
Por su parte, el asesinato de la activista Su’ad al Ali fue vinculado por algunos analistas políticos a las protestas organizadas en Basora desde hace unos meses para denunciar la falta de infraestructuras y el "abandono del gobierno".
Al Ali, de 46 años y madre de cuatro hijos, había sido una de las personas que se puso al frente de las protestas, lo que le ocasionó numerosas críticas.
La fundadora de la asociación iraquí al Amal de derechos humanos, Hanaa Edwar, le dijo a la agencia de noticias AFP que los recientes asesinatos parecen ser "mensajes amenazantes enviados a las activistas en particular, pero también a toda la sociedad".
"Atacar a mujeres que son figuras públicas es una apuesta para obligarlas a encerrarse en casa", agregó.
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