El próximo titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, señaló que de acuerdo con un estudio encargado a la empresa Navblu, firma de Airbus, es viable la operación del aeropuerto de Santa Lucía y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
En conferencia de prensa, el ingeniero destacó que el informe confirma la factibilidad de operaciones simultáneas, aunque debe ser complementada con una evaluación amplia de otros elementos clave sobre aspectos económicos, como la conectividad, la infraestructura a desarrollar y los sistemas de control de tráfico aéreo.
El estudio sobre el diseño técnico del espacio aéreo para la factibilidad de la operación simultánea entre el AICM y Santa Lucía, “ratifica por tanto la viabilidad de las operaciones simultáneas entre ambos aeropuertos”, explicó.
Espriú dijo que el actual aeropuerto Benito Juárez tiene unas 60 operaciones por hora, con la operatividad del AICM y Santa Lucía aumentarían hasta 160 por día.
Animal Político hizo un recorrido por las localidades aledañas a la Base Aérea de Santa Lucía, en Tecámac, Estado de México. Los vecinos mostraron opiniones divididas en caso de que esa opción sea la elegida en la consulta ciudadana propuesta por Andrés Manuel López Obrador.
Además señalaron algunas preocupaciones como qué pasará con los miles de personas que viven y trabajan en la base militar; qué se hará con la inversión en unidades habitacionales al interior de ese espacio; y cómo llegarán los ciudadanos hasta el lugar para tomar un vuelo comercial.
Al cuestionarlo sobre este tema, el próximo titular de la SCT señaló que de ocupar Santa Lucía para la operación de vuelos comerciales, la base militar tendría que reubicarse. Espriú dijo que ya se cuentan con algunos terrenos en el estado de Querétaro para llevar allá la base.
En agosto de 2017, el gobierno federal expropió 48 hectáreas en el municipio de El Marqués, para ampliar el Aeropuerto Intercontinental de Querétaro (AIQ) e instalar la base militar, pues se proyectaba que con el inicio de operaciones del Nuevo Aeropuerto de México en Texcoco las pistas de la base de Santa Lucía ya no podrían operar.
Espriú dijo que este nuevo estudio fue adjudicado de manera directa a Navblu y costó 159 mil dólares, dinero que salió del gobierno de transición, aunque no dio más detalles.
Con información de Manu Ureste.