La inseguridad, la mala ubicación de las viviendas y la falta de servicios son las principales causas de que alrededor de 5 millones de viviendas, ubicadas en 5 estados, hayan sido abandonadas, de acuerdo con el Coneval.
El Estudio Diagnóstico del Derecho a la Vivienda Digna y Decorosa 2018, elaborado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), señala que este fenómeno se debe a una producción masiva de casas carentes de calidad en la ubicación, de la inasequibilidad de los créditos hipotecarios y a la situación de vulnerabilidad frente a la violencia en el entorno.
A nivel estatal, Chihuahua (19.2%), Baja California (19%), Tamaulipas (18.7%), Zacatecas (18.4%) y Durango (18.1%) son las entidades que reportaron los mayores porcentajes de viviendas deshabitadas.
En contraparte, la Ciudad de México (7.9%). Campeche (9.9%) y Chiapas (10.1%) son los estados con menor porcentaje.
El Diagnóstico de Coneval identifica también al desplazamiento interno forzado originado por la inseguridad como una de las causas de las viviendas abandonadas, principalmente en Guerrero, Sinaloa, Chihuahua, Chiapas y Oaxaca.
El 91.6% del total de viviendas deshabitadas se ubica en zonas urbanas del país.
De acuerdo con el Diagnóstico, 14 millones de las viviendas en México (45%) se encuentran en situación de rezago.
Los estados con más rezago de vivienda son Chiapas (78.2%), Oaxaca (77.8%) y Guerrero (72%).
En todo el país, solo el 14.7% de las viviendas están bien ubicadas, es decir, cuentan con infraestructura básica y están próximas a fuentes de empleo. La Ciudad de México (100%), Tlaxcala (86.8%) y Durango (57.5%) concentran el mayor porcentaje.
Aunque a nivel nacional la cobertura de servicios básicos es “alta” (solo 19.3% de la población presenta carencias), en el ámbito rural el 53.1% de las viviendas tienen este tipo de rezagos.
El Coneval identificó que los estados del centro y norte del país son los que cuentan con mayor disponibilidad de servicios básicos y complementarios, particularmente Aguascalientes, Colima y Ciudad de México.
Por su parte, los estados del sur, principalmente Guerrero, Chiapas y Oaxaca, son los que tienen los niveles más bajos de cobertura en los servicios básicos y complementarios.
Sobre la aceptabilidad, el Coneval identificó que cerca del 50% de los mexicanos se sienten insatisfechos con su vivienda, principalmente en Tlaxcala (25.8%), Guerrero (17.8%) y Tabasco (13.9%).
El 38.4% de la población reportó sentirse satisfecha con su vecindario. De acuerdo con el diagnóstico, Puebla es la entidad con menor satisfacción reportada (11.1%), y en caso opuesto se encuentra Sinaloa (74.42%).
Además, uno de cada tres mexicanos señaló tener desconfianza de sus vecinos; 24.3% dijo sentirse inseguro en su vivienda y más del 70% reportó que percibe inseguridad en las calles.
A nivel nacional, 89.3% de las personas reportaron tener conocimiento de prácticas asociadas a la inseguridad en sus barrios, como consumo de alcohol en la calle, robos o asaltos frecuentes, consumo o venta de drogas, pandillerismo, disparos frecuentes y homicidios.
Estado de México, Ciudad de México, Morelos, Puebla, Tlaxcala, Tabasco, Campeche y Quintana Roo concentran la peor calidad comunitaria.
De acuerdo con el Coneval, la población joven, las personas indígenas y las que se encuentran en situación de calle son aquellas que encuentran mayores dificultades para acceder al derecho a una vivienda digna y decorosa.
Datos del estudio muestran que el 79.1% de la población indígena presenta rezago en su vivienda: en el 15.2% de los casos requieren de una casa nueva, y en el 63.9% hay necesidad de mejoramiento.
La carencia en la calidad y espacios de la vivienda está presente en el 30.2% de la población indígena.
Sobre el caso de los jóvenes, el 13.2% de ellos presenta carencia por calidad y espacios de la vivienda, y el 19.9% por carencia al acceso a servicios básicos.
Según datos de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), considerando el ingreso de los jóvenes, la renta de una vivienda puede llegar a representar entre 40 y 50% del presupuesto mensual, sin incluir los servicios, lo que implica una barrera para que accedan a una vivienda.
El Coneval estimó que el 50% de los jóvenes de entre 18 y 24 años viven con sus padres, y solo el 2.6% podría adquirir una vivienda nueva.
Acerca de las carencias de la población en situación de calle, el Coneval señaló que la información es carente, por lo que es complicado identificar los espacios que requieren intervención a nivel nacional, por lo que urgió a generar acciones para conocer sus condiciones y características, “y así poder diseñar estrategias efectivas que logren revertir su situación de vulnerabilidad”.