El cambio climático no sólo afectará el número de inundaciones y la temperatura del planeta, también está teniendo un impacto sobre la salud mental, advirtió un grupo de expertos de Estados Unidos.
Y según el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU (IPCC), solo tenemos 12 años años para mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 grados centígrados y evitar los efectos más catastróficos de este cambio.
El lunes, el IPCC advirtió que de no lograrse este objetivo podríamos asistir a la extinción de los arrecifes de coral y cientos de millones de personas se verían expuestas al aumento del nivel del mar y a eventos climáticos más extremos, entre otras amenazas.
Y un estudio publicado ese mismo día en la versión impresa de la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences, también ofreció nueva y abundante evidencia sobre el impacto negativo en la salud mental de los cambios en el clima.
Estudios anteriores ya habían demostrado que el aumento de las temperaturas puede alterar los patrones de sueño, empeorar los estados de ánimo y aumentar el riesgo de suicidio.
Pero el profesor Nick Obradovich, autor principal del estudio y científico investigador en el Instituto de Tecnología de Massachusetts, quiso comprobar si las temperaturas extremas también podían causar problemas de salud mental como el estrés, la depresión o la ansiedad.
Para ellos, los investigadores analizaron datos sobre la salud mental de unos dos millones de personas en Estados Unidos, recopilados por el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades entre 2002 y 2012.
Y el equipo comparó los datos de salud mental con los registros meteorológicos durante el mismo período para analizar si había una relación entre los fenómenos meteorológicos extremos y la salud mental de los participantes.
“Podría describirse como la encuesta de monitoreo de salud pública más grande del mundo”, dijo Obradovich. “Recopilamos datos de unos dos millones de personas durante una década”.
El equipo de investigación analizó los datos de tres maneras.
Primero, observaron las temperaturas y las precipitaciones durante un período de 30 días y las compararon con la salud mental de los encuestados en ese mismo periodo.
“Las temperaturas más altas y las mayores tasas de precipitación coinciden con los periodos de peor salud mental“, dijo Obradovich.
Por ejemplo, los meses con al menos 25 días de precipitación aumentaron la probabilidad de problemas de salud mental en un 2 por ciento, mientras que un aumento en las temperaturas medias mensuales a más de 30 grados aumentó en un 0.5 por ciento la probabilidad de trastornos mentales.
A continuación el equipo analizó los informes meteorológicos y de salud mental durante cinco años en distintas ciudades, y descubrieron que una subida de las temperaturas de 1 grado estaba relacionado con un 2% de aumento de problemas de salud mental.
Por último, el equipo examinó los informes de salud mental de las personas afectadas por el huracán Katrina y los comparó con los informes de personas en ciudades similares que no habían sido afectados por el huracán.
Las personas afectadas por Katrina tenían un 4 por ciento más de probabilidades de sufrir problemas mentales.
Según el Dr. Jonathan Patz, profesor y director del Instituto de Salud Global de la Universidad de Wisconsin, el estudio es consistente con su propia investigación sobre las olas de calor y los ingresos hospitalarios en Wisconsin durante un período de 17 años.
Patz y los co-autores de este estudio descubrieron quelas altas temperaturas aumentaron los ingresos hospitalarios por autolesiones, incluyendo por intento de suicidio.
La gran pregunta que ahora queda por resolver es el por qué de esta correlación.
Esto es muy importante, ya que la respuesta a estos problemas será muy distinta si los efectos negativos de los aumentos de temperatura se deben a interrupciones del sueño o si las temperaturas también influyen en la salud mental y el estado de ánimo por otros medios.
“Estar expuesto a condiciones meteorológicas extremas puede producir estrés, y a esto a su vez conduce a una mala salud mental”, especula por su parte el profesor Obradovich.
“O puede que las altas temperaturas te lleven a reducir comportamientos saludables como hacer ejercicio y dormir bien, y esto sea lo que precipite los problemas mentales”, agrega.
La preocupación por el cambio climático en sí mismo, especialmente en aquellos que viven en zonas costeras, también podría afectar el bienestar de las personas.
“No sabemos exactamente por qué las altas temperaturas producen problemas de salud mental”, dice Obradovich, ” Pero lo que está claro es que es un problema que afectará a cada vez más personas en el futuro“.
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