Es ahora o nunca.
Una investigación del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU muestra que el planeta podría cruzar el umbral crucial de 1,5 grados Celsius -por encima de los niveles preindustriales- en solo 12 años, lo que en su criterio, conllevaría a una "catástrofe global".
Condiciones climáticas anómalas como sequías extremas, incendios forestales, inundaciones o escasez de alimentos para cientos de millones de personas podrían ser solo los primeros síntomas.
Para evitar esa situación, de acuerdo con los especialistas, el mundo necesita "cambios rápidos, de gran alcance y sin precedentes en todos los aspectos de la sociedad".
Pero entonces, ¿qué puedes hacer tú para ayudar?
"Hay muchas acciones que solo implican un poco de sentido común", explica a la BBC Aromar Revi, coordinador y autor principal del informe.
"Los ciudadanos y los consumidores están entre los actores más importantes para evitarlo", considera.
Estos son algunos de los cambios cotidianos que puedes hacer en este momento para ayudar a evitar una "catástrofe" como resultado del calentamiento global.
Caminar o andar en bicicleta o usar el transporte público, en lugar del carro reducirá las emisiones de carbono.
Y, también, te mantendrá en forma.
"Podemos elegir la forma en que nos movemos en las ciudades y, si no tienes acceso al transporte público, asegúrate de elegir políticos que ofrezcan opciones para eso", afirma Debra Roberts, copresidenta del IPCC.
Si es absolutamente necesario, usa un vehículo eléctrico y elije el tren en lugar del avión para tus viajes.
Da un paso más allá cancelando tus viaje de negocios y utilizando, en cambio, las videoconferencias.
Pon la ropa húmeda al sol en lugar de utilizar secadoras y trata de ahorrar al máximo electricidad.
Usa temperaturas más altas para enfriar las habitaciones o más bajas para calentarlas.
Aísla el techo de tu casa para evitar la pérdida de calor durante los inviernos.
Apaga y desenchufa tus aparatos electrodomésticos cuando no estén en uso.
Y la próxima vez que salgas a comprar un equipo, asegúrate de verificar que haga un uso eficiente de la energía.
También puedes adoptar una fuente de energía renovable para algunas de las necesidades de tu hogar, como los calentadores solares de agua.
La producción de carne roja lleva a un número significativamente mayor de emisiones de gases de efecto invernadero que la de pollo, frutas, verduras y cereales.
En la cumbre del clima de París, 119 naciones se comprometieron a reducir las emisiones agrícolas en este sentido, sin embargo, no hubo ninguna indicación de cómo hacerlo.
Tú, en cambio, puedes contribuir a ello.
Come menos carne y trata de consumir más verduras y frutas.
Si esto te parece demasiado, considera tener al menos un día sin carne cada semana.
También vale la pena reducir el consumo de productos lácteos ya que conllevan emisiones de efecto invernadero como resultado de la producción y el transporte.
Opta por comprar más alimentos de temporada de origen local (¡y tira menos basura!).
Nos han hablado de los beneficios del reciclaje una y otra vez a lo largo de nuestras vidas.
Pero lo cierto es que el transporte y procesamiento de los materiales para el reciclaje también conlleva la emisión de dióxido de carbono.
Por eso, si reduces los desechos que tiras y tratas de reutilizar los materiales que ya usaste, puedes marcar un cambio.
Lo mismo ocurre con el agua.
"Una alternativa es la recolección de agua de lluvia", asegura Aromar Revi.
Entre todos podemos logarlo: reunirnos con nuestros vecinos para compartir alternativas y educarnos mutuamente en cómo establecer una vida comunitaria sostenible es también un paso importante.
Crea "redes compartidas" que puedan ayudar a agrupar recursos, como cortadoras de césped o herramientas de jardín, y lograr así un nivel de vida más ecológico.
"Todos estos cambios, cuando son practicados todos los días por miles de millones de personas, permitirán un desarrollo sostenible casi sin impacto en su bienestar", considera Revi.