Los reflejos son una respuesta involuntaria a determinados estímulos. Muchos son innatos, pero otros pueden aprenderse y mejorarse, con los beneficios que esto aporta a nuestra salud.
Los reflejos innatos, también llamados actos reflejos, los ejecuta el sistema nervioso periférico y se activan para protegernos, según explicó a BBC Mundo el neurocientífico Calvin Smith a BBC Mundo.
Un reflejo de este tipo sería, por ejemplo, apartar la mano de una fuente de calor intensa.
Pero después están los adquiridos, aquellos que se aprenden a través de la experiencia, como pisar el freno del auto al observar la luz roja en un semáforo.
Estos últimos sí se ejercitan, dice la Clínica Mayo de Estados Unidos, lo que puede ayudarnos, por ejemplo, a mejorar nuestro rendimiento deportivo y nuestra capacidad cognitiva.
La institución sugiere una serie de prácticas sencillas:
De acuerdo con investigadores de las universidades holandesas de Leiden y Ámsterdam, estos alimentos no solo te ayudan en la práctica deportiva, contribuyendo a combatir la fatiga y a recuperar la energía, sino también a nivel emocional.
Estos alimentos son altos en tirosina, un aminoácido no esencial que mejora la transmisión entre el cerebro y músculo pero además es un activador de la dopamina y la adrenalina, claves para regular el estado de ánimo y combatir enfermedades como la depresión o la ansiedad.
Este tipo de visión nos permite abarcar un ángulo de 180º y hace que, a pesar de que estemos mirando a un objeto que tenemos delante de nosotros, podamos ver lo que está a nuestro alrededor.
Si en tu día a día intentas prestas más atención a los objetos que están en tu ángulo periférico, podrás aumentar tu capacidad cognitiva y a la vez estar más preparado para la percepción de obstáculos.
Pasarse una pelota de tenis entre dos amigos o hacerla rebotar contra una pared aumentará la capacidad de reacción pero además la capacidad cognitiva, ya que el cerebro deberá estar atento a los tiempos de rebote y/o lanzamiento de la bola.
Para estar más atento a los estímulos externos, debes dejar que tu mente se relaje.
Medita, concéntrate en tu respiración e interactúa con lo que te rodea en ese momento. Mejorarás tus reflejos pero también tu humor, reducirás el estrés y alejarás los pensamientos negativos.
Los videojuegos pueden aumentar tu velocidad de reacción ante estímulos externos y además, de acuerdo a un estudio de la Universidad de Rochester, en Nueva York, también ayudan a tomar las decisiones correctas más rápido y a ser más sensibles al entorno.
Además de mejorar tus reflejos físicos, incrementando tu velocidad de reacción cuando te tiran una pelota, por ejemplo, practicar deporte mejora tu resistencia, tu capacidad cardiovascular y pulmonar.
Pero la clínica Mayo asegura que el ejercicio también ayuda a controlar los cambios de humor por la liberación de endorfinas y a obtener un mejor descanso.
El Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos asegura que un buen descanso incrementa la velocidad de los reflejos y un mayor rendimiento mental.
Sin las horas de sueño necesarias, disminuye tu capacidad cognitiva y tu cerebro funciona más lentamente. Para un adulto recomiendan dormir entre 7 y 9 horas diarias.
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