En caso de que la próxima administración cancele la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), no podría iniciarse la del Tren Maya, así lo considera el secretario de Turismo, Enrique de la Madrid Cordero.
El funcionario aseguró que la cancelación del NAIM “afectaría la calificación de la deuda externa” de México y provocaría desconfianza en los inversionistas extranjeros, situación que podría alejarlos del mercado mexicano.
El frenar las obras propiciaría que los empresarios decidan no invertir más en proyectos de infraestructura en México, pues en caso de que el gobierno tome la decisión se enviaría el mensaje de éstos pueden “tirarse de un momento a otro”, comentó en conferencia de prensa.
Agregó que con la cancelación del NAIM “se pagarían tasas de interés más altas a consecuencia del pasivo ocasionando que se destine más dinero al compromiso financiero que a la construcción de obra pública”.
Y sentenció: “no va a haber Tren Maya si no hay aeropuerto, porque ¿quién en su sano juicio en México y en el mundo va a venir a invertir en una obra de infraestructura transexenal cuando sabe que si llega otro gobierno, te la puede echar para atrás?, pues nadie”.
Por ello considera que para que el Tren Maya tenga éxito, la administración que encabezará el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, tiene que culminar las otras obras que la administración federal actual inició.
Sin embargo, de la Madrid Cordero argumentó que el proyecto del Tren Maya le parece una buena solución ante la necesidad de incrementar la conectividad de la región sureste que cuenta con una alta demanda turística, pero subrayó que hace falta detallar la información sobre el cálculo final de la inversión.
Hace unas semanas Andrés Manuel López Obrador informó que que el tren, cuya ruta sería Cancún-Palenque y otros destinos de Campeche y Yucatán, tendría un costo aproximado de 120 a 150 mil millones de pesos, dinero que sería financiado por recursos públicos y privados.
El financiamiento inicial sería con los casi 7 mil millones de pesos que se recaban por el impuesto al turismo.
El domingo pasado, el presidente electo declaró que los ejidatarios y pequeños propietarios de las comunidades contempladas en la ruta del tren ya fueron consultados “y sí aceptan el proyecto del Tren Maya”.