Regina es una de las calles más populares en el centro de la ciudad de México por su variedad de bares y vida nocturna boyante. Ahí, entre 5 de febrero y el callejón de Mesones hay un carrito de tacos callejeros atendido por Andrés Rodríguez, alias “El taquero bonito”, un hombre que se toma en serio su oficio.
Andrés decidió autonombrarse “El taquero bonito” al darse cuenta “de lo bonito que es alimentar a la gente” que aunque no conoce trata con calidez. “Taquero suena como te quiero”, dice.
Desde hace más de 10 años, Andrés se ha esforzado por ser el mejor taquero de la colonia Centro con su sazón y un trato sin igual, lleno de pláticas amenas fruto de la convivencia con vecinos y comensales. Sin embargo, la cocina no era su primera pasión.
Cuando Andrés tenía 15 años comenzó a entrenar box y así lo hizo durante 16 años (incluso, presume, apareció en una revista especializada y ganó uno que otro premio). En un punto de su vida, Andrés se dio cuenta que niños y adolescentes de la colonia Centro corrían el riesgo de unirse a la delincuencia, por lo que decidió entrenarlos en el gimnasio al que asistía.
Sin embargo, las cosas cambiaron cuando nacieron sus hijas y las responsabilidades económicas aumentaron. Andrés dejó el box y comenzó a trabajar en una taquería llamada “El Bigotón”, también en el Centro Histórico de la ciudad de México, donde aprendió el negocio de los tacos, cómo preparar la carne, las salsas y desarrollar una sazón propia.
Hoy, Andrés se encarga de preparar todo lo que vende. Su especialidad son los tacos monstruo.
Conoce su historia y lo detalles de sus tacos en Animal Gourmet