Roman Abramovich sacudió el status quo del fútbol inglés cuando en el año 2003 compró al Chelsea, un club que asentado en una de las zonas más adineradas de Londres tan solo lucía un título de liga en su palmarés.
Considerado uno de los hombres más ricos de su país, el oligarca ruso transformó al Chelsea en el club más exitoso de Inglaterraganando cinco Premier League y una Champions entre los 17 títulos que obtuvo en los últimos 15 años.
Pero ahora el multimillonario ruso está en el centro de una polémica que tiene lugar fuera de las canchas y lejos de las costas británicas.
Esta semana se supo que las autoridades en Suiza le negaron a Abramovich su solicitud de residencia al considerarlo una "amenaza" para el país.
La decisión se tomó a raíz de una recomendación de la policía federal que sospecha que el dueño del Chelsea podría estar involucrado en el lavado de dinero o tener contactos con organizaciones criminales.
La policía suiza también dijo que se sospecha que al menos parte de la fortuna de Abramovich puede ser de origen ilegal.
Estas razones, que no han podido ser verificadas, se dieron a conocer luego que la editorial con base en Zúrich, Tamedia, publicara una carta escrita por el cuerpo policial.
Abramovich, quien nunca ha sido condenado en Suiza ni en algún otro país, negó tajantemente haber estado involucrado en algún acto delictivo.
Sus abogados intentaron evitar que la historia se hiciera pública, pero el grupo Tamedia ganó una batalla judicial que se extendió durante meses y publicó el informe en el que la policía considera que la presencia de Abramovich representa un peligro para la seguridad pública y la reputación de Suiza.
En el informe no se detalla los argumentos de la policía.
Daniel Glasl, abogado de Abramovich, dijo que era extremadamente decepcionante que se pudiera publicar información confidencial del gobierno suizo.
Su equipo legal ha presentado un solicitud recurso exigiendo una corrección de los hechos a la policía y va a presentar un recurso criminal con respecto a la divulgación de la información.
"Pese a las numerosas peticiones, FedPol no ha sido capaz de proveer alguna evidencia que respalde estas acusaciones difamatorias", dijo Glasl.
Abramovich tenía la intención de establecer su residencia legal en Verbier, un resort en los Alpes.
Esta no es la primera polémica vinculada al estatus migratorio de Abramovich.
A comienzos de este año, el magnate ruso decidió retirar una solicitud para renovar su visa en Reino Unido luego que una aparente demora en el tramite le impidiera estar presente en la victoria del Chelsea sobre Manchester United en la final de la Copa de la Asociación.
Luego optó por obtener la nacionalidad de israelí, según informaciones publicada en la prensa de ese país, aprovechando el derecho que tienen los judíos de reclamar la ciudadanía bajo la ley del regreso.
Los portadores de pasaporte israelí pueden viajar a Reino Unido sin necesidad de visa, beneficio que no tienen los ciudadanos rusos.
La corresponsal de la BBC en Suiza, Imogen Foulkes, explicó que la solicitud de residencia en esa país hecha por Abramovich es algo habitual, así como la posición de las autoridades en Suiza.
"Los cantones en Suiza tienen la libertad de aprobar por la vía rápida los permisos de residencia de personas adineradas, cuyos impuestos podrían ser un beneficio a la comunidad", dijo Foulkes.
"Tina Turner, Lewis Hamilton y algunos oligarcas rusos se han beneficiado de esta práctica", detalló.
Y, según Foulkes, si bien "las acusaciones sobre lavado de dinero y otras actividades criminales sobre Abramovich no han sido probadas, las autoridades suizas no necesitan ninguna prueba ya que la mas mínima sospecha ya es razón suficiente para rechazar una solicitud".
"Y él no es el primer multimillonario ruso a quien le niegan su solicitud. Simplemente se trata del más famoso", explicó la corresponsal.
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