Imagina estar usando hoy una computadora creada en 1985. ¿Impensado, no?
Sin embargo, cada vez que accedes a internet puedes navegar sin problemas gracias a algo llamado el Protocolo Spanning-Tree (STP, por sus siglas en inglés), que permite que la red lidie con grandes cantidades de datos.
Pues ese protocolo fue creado hace 33 años, que en el mundo informático es historia antigua.
Lo inventó una mujer: Radia Perlman, una programadora estadounidense de 67 años a la que muchos llaman "la madre de internet".
Sin embargo, en una entrevista reciente con el programa de radio del Servicio Mundial de la BBC "The Conversation", Perlman reveló por qué no le parece bien que la llamen así.
"Nunca es una sola persona la que diseña cosas tan grandes, en este caso internet. Hay toda una serie de pedazos y yo quizás sí fui fundamental en la creación de algunos de esos pedazos, pero hay tantos más", señaló la pionera, quien hoy trabaja para la empresa informática Dell EMC.
Perlman admitió, no obstante, que está muy orgullosa del protocolo esencial que creó.
"Me gusta pensar que el diseño es más sencillo y limpio de lo que hubiera sido si lo hubiera hecho otra persona", afirmó.
Un técnico de la computación diría que es "un algoritmo que se encarga de reconocer y administrar bucles en topologías de red que surgen debido a enlaces redundantes".
Por suerte, Perlman lo explica de manera mucho más sencilla, que resumimos aquí:
Antes de que existiera la web, que conecta distintas redes, los dispositivos solo podían interconectarse en una red de área local, llamada ethernet.
No existía un protocolo que posibilitara que un ethernet se comunicara con otro sin que la conexión colapsara por exceso de datos.
El Protocolo Spanning-Tree de Perlman permitió justamente esto. Podría decirse que estableció las reglas para el tráfico en internet.
A pesar de la genialidad detrás del STP su creación fue sorprendentemente mundana.
Resulta que Perlman además de ser doctora en ciencias de la computación también tiene una maestría en matemáticas (ambas del Instituto Tecnológico de Massachusetts o MIT) y siempre fue muy buena con algo llamado algoritmos distribuidos.
"Un día vino mi jefe y me dijo: ‘Radia, tu eres buena con esos algoritmos distribuidos, necesitamos encontrar la manera de mover información entre un ethernet y otro’, que es el tipo de cosa a la que me había dedicado toda mi vida".
"Mi jefe me lo pidió un viernes y luego se fue de vacaciones por una semana. Esa misma noche pensé: ‘Esto es sencillo‘", recuerda.
Perlman dedicó el lunes y martes a escribir la especificación del protocolo, que fue sorprendentemente corto para algo tan complejo: apenas 25 páginas de largo.
"Luego tuve el resto de la semana sin poder concentrarme en nada más porque estaba tan emocionada", relata.
Tras dedicar solo dos días al algoritmo, usó los otros tres días de la semana para escribir un poema para acompañar su creación. Lo llamó "algorrima".
"Tenía que lucirme con mi jefe cuando volviera de sus vacaciones", se ríe.
La pionera creía que el "truco simple" que inventó se usaría por unos meses y luego sería reemplazado pero resultó ser tan efectivo que se sigue usando hoy.
En la actualidad el protocolo se sigue conociendo como Spanning-Tree (o árbol de expansión), una referencia a la forma del algoritmo.
Pero ¿por qué nunca pasó a conocerse como el Protocolo Perlman?
¿Tiene quizás relación con la discriminación que sufren muchas mujeres en la industria tecnológica?, le preguntó la BBC.
"No sé bien por qué nada de lo que hago se llama Perlman algo", confesó la experta, quien ha creado varios protocolos importantes, además del STP.
"Puede ser que sea porque, para que ello ocurra, la persona que lo crea tiene que empezar a llamarlo así. Quizás hubiera ocurrido si yo hubiera sido un poco más agresiva al respecto", reconoce.
"Es probable que mi género no ayudó, pero creo que también tiene que ver con tu tipo de personalidad", señaló, asegurando que muchos en su industria tienen personalidad tipo "perro alfa".
"Yo definitivamente tengo una personalidad ‘perro beta’", afirmó.
Perlman cree que esta diferencia de personalidades explica por qué hay tan pocas mujeres trabajando en el sector informático.
"Creo que en cierta medida son las mujeres mismas las que eligen salirse de la carrera tecnológica porque cuando tienes que trabajar con personas agresivas es muy desalentador", observó.
"Una vez le pregunté a mujeres en cargos altos que se convirtieron en gerentes por qué decidieron salirse de la parte técnica y se pasaron a la parte de gestión", reveló.
"Absolutamente todas me dijeron: ‘Porque no era lo suficientemente inteligente para quedarme en la carrera técnica’. Para mí fue como un golpe en el estómago porque ciertamente no eran menos inteligentes", lamentó.
Para esta pionera, las mujeres necesitan encontrar la forma de tener más confianza en sí mismas.
"Faltaría que alguien les hable sobre el síndrome del impostor que sentimos todos", sugirió.
Perlman siente que definitivamente hay que hacer algo para mejorar la desigualdad de género en su industria, pero aconseja tener cuidado con los programas que están apuntados "únicamente a las mujeres".
"A veces ahondan la percepción de que las mujeres no lo pueden lograr solas o de que será más fácil para ti si eres mujer", aconseja.
"Hay que encontrar la manera de encarar este tipo de cosas sin reafirmar el estereotipo falso de que se discrimina a favor de las mujeres… es una cuerda floja difícil de transitar", reconoce.
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