En México nacen cada vez menos niños y los adultos viven cada vez más. La población global está envejeciendo lentamente desde la década de los 70, del siglo pasado. Este cambio poblacional es conocido por los expertos como transición demográfica, y en México el el proceso quedará completado poco después de 2050, de acuerdo con las nuevas Proyecciones de Población del Consejo Nacional de Población (CONAPO).
Incluso, si los niveles de natalidad y mortalidad continúan al ritmo actual, a partir de ese año México experimentará una progresiva disminución de su población por crecimiento natural, algo que no había ocurrido en el país desde el fin de la Revolución, advierte el documento ‘Proyecciones de la Población de México y las entidades federativas 2016-2050’ del CONAPO, dado a conocer este martes.
Aunque los avances mundiales en materia de salud han provocado en las últimas décadas que las personas vivan más años, la tasa bruta de mortalidad en México sigue en aumento por la expectativa natural de que esas personas fallezcan; mientras los nacimientos no alcanzan a reemplazar a esa generación entera, explicaron los expertos de CONAPO en una reunión con medios informativos. Esto significa que la población mexicana irá teniendo cada vez más adultos mayores y menos niños, tendencia que se acelerará a partir de 2050.
En este contexto, si las tendencias actuales de mortalidad, fecundidad y migración continúan como hasta 2015 (referencia para las Proyecciones de CONAPO, que se basan en la Encuesta Intercensal de ese año), la población mexicana aumentará de los 125.3 millones actuales a 127.8 en 2020; a 138 en 2030 y hasta 148.2 millones en 2050. El crecimiento total de la población habrá caído un punto porcentual desde 2016 a 2050, de acuerdo con el reporte.
De ese total, los adultos mayores de 60 años irán ocupando un porcentaje cada vez mayor: en 2020 llegarán a 11.4% de la población; en 2030 serán el 15% y para 2050 ocuparán el 22.9 por ciento. “El franco ascenso del índice de envejecimiento es evidente, pues aumentaría casi 3.4 veces al cabo de los 35 años de la proyección”, puntualiza el documento.
Como consecuencia de ese paulatino envejecimiento de la población mexicana, aumentará también su edad promedio, pasando de 30.4 años en 2016 a 31.4 en 2020; a 34.2 en 2030 y hasta 39.5 en 2050.
Dentro de las Proyecciones de CONAPO destaca un dato sobre la mortalidad en México: el riesgo de morir fue disminuyendo paulatinamente a lo largo de las décadas después de la Revolución, pero tuvo un pico de 2005 a 2015, periodo que coincide con el inicio de la guerra contra el narcotráfico emprendida por el gobierno de Felipe Calderón y que cumplirá 12 años en diciembre próximo.
“La tendencia descendente de largo plazo se ha visto mermada de 2005 a 2015, presumiblemente debido más a la delincuencia organizada y a su combate, que a los magros avances en la detección y atención oportuna de padecimientos crónicos y degenerativos, como la diabetes mellitus, los tumores malignos y las afecciones cardiovasculares”, advierte el reporte.
Los históricos niveles de violencia que México empezó a padecer en esos años provocaron también un descenso en la esperanza de vida de quienes nacieron en ese periodo, particularmente de los varones, cayendo de 74 a 72 años. Esta tendencia que se recupera a partir de 2016 y sigue en ascenso este 2018: los bebés nacidos este año vivirían 75 años en promedio (77.9 las niñas y 72.2 los niños).
Para las nuevas proyecciones del Consejo -basadas en la Encuesta Intercensal de 2015- se reporta otro ligero descenso en la esperanza de vida tanto de hombres como de mujeres (menos de un año de vida) respecto a la medición anterior, pero esto se debe a que ese indicador fue calculado con más datos, más fuentes y previendo un mayor número de escenarios; lo que resulta en un dato más preciso, explicó a Animal Político Patricia Chemor, secretaria general del CONAPO.
Al mismo tiempo, las últimas proyecciones de fecundidad del país prevén que esta seguirá cayendo hasta estar por debajo del nivel de reemplazo a mediados del siglo: las proyecciones más recientes ubican la tasa global de fecundidad alrededor de 2.08 hijos por mujer de 2027 a 2050.
Capitalinos: menos y más viejos
La transición demográfica llegará a su punto culminante en 2050 en todos los estados del país, según el informe de CONAPO, pero algunas entidades crecerán más que otras.
El Estado de México seguirá siendo el más poblado del país durante los siguientes 35 años, pasando de 16.7 millones de habitantes en 2016 a 19.9 millones en 2050. Se trata del mayor crecimiento poblacional proyectado para el país: 12.5% de los 25.5 millones de mexicanos más que habrá en territorio nacional para 2050. De ellos, Chiapas aportará 2.4 millones (9.5%) y Nuevo León 1.9 millones (7.6%).
En contraste, la Ciudad de México acusa el envejecimiento más marcado de la nación, lo cual se debe tanto a una menor fecundidad y mortalidad del país (crecimiento natural), como a la pérdida neta por migración interestatal en jóvenes de ambos sexos. CONAPO prevé que la capital del país perderá 1.3 millones de personas en el periodo mencionado, lo que representa 5.3% del total nacional.
Además de la Ciudad de México -que decrecerá en todos los años-, Guerrero comenzará a disminuir su población en 2034 si las tendencias siguen como hasta 2015; lo mismo ocurrirá a Veracruz en 2041; a Oaxaca para 2047; el Estado de México iniciando 2048; Guanajuato y San Luis Potosí a partir de 2049, y Chihuahua hasta 2050.
“El ritmo de descenso previsto indica que casi todas las entidades federativas habrían alcanzado el reemplazo intergeneracional (2.1 hijos) antes de 2050, excepto Chiapas (2.26); mientras Baja California, Ciudad de México, Estado de México, Morelos y Yucatán se habrían mantenido por debajo de esa cota a lo largo de la proyección”, refiere el informe del Consejo Nacional de Población, dependiente de la Secretaría de Gobernación.