El presidente Enrique Peña Nieto aceptó que no logró recuperar la paz y la seguridad en el país, pero defendió la reforma educativa, una de las más promocionadas por su gobierno y aseguró que trabajó para “desterrar” la corrupción.
Durante su mensaje por su Sexto Informe de Gobierno, en Palacio Nacional, reconoció que no logró pacificar al país pero justificó que durante su sexenio la violencia se combatió con el uso legítimo de la fuerza del Estado.
Aseguró que en los primeros años de su administración se disminuyó significativamente a las organizaciones criminales, esto aumentó el número de grupos criminales, lo que provocó que las policías locales no pudieran combatir efectivamente el crimen.
Peña señaló que aunque hubo que tomar decisiones difíciles y que éstos cambios “afectaron viejos privilegios”, pero eran necesarios para emprender futuras transformaciones. Aseguró que entrega a la próxima administración un país con estabilidad política, social y económica, con finanzas sanas, una deuda manejable y con la inflación más baja de los últimos 50 años.
El mandatario dijo que las reformas estructurales son, sin duda, el logro más importante de su actual administración. “Importantes áreas de la vida nacional se transformaron como resultado de las reformas laboral, energética, de competencia económica, de telecomunicaciones, hacendaria, financiera, educativa, de transparencia y de mejora regulatoria”, entre otras, destacó.
“Las reformas no fueron un fin en sí mismas, han sido los medios para avanzar hacia una sociedad más libre, incluyente y próspera, sustentada en una economía moderna y dinámica”, abundó.
Sobre la reforma educativa, Peña Nieto señaló que gracias a este cambio se acabó con el clientelismo, se revisó la nómina salarial estatal, que representaba un cargo para las finanzas de los estados. Aseguró que se modernizaron los planes de estudio para centrarlos en aprendizajes clave y adaptarlos a la nueva realidad.
Gracias a la reforma educativa, dijo, se lograron recuperar 44 mil plazas docentes, las cuales hoy son ocupadas por maestros frente al grupo.
“Sembramos la semilla del cambio más importante de la educación pública en México en los últimos 60 años”, subrayó Peña Nieto.
Sobre el combate a la corrupción, el mandatario dijo: “Respondimos para desterrar la corrupción de la vida pública con el Sistema Nacional Anticorrupción, el Sistema de Transparencia y la Ley de Mejora regulatoria”. Destacó también que ahora el país cuenta con un marco normativo para sancionar a quienes realicen actos de corrupción.
Peña Nieto señaló que un objetivo central de su administración fue el combate a la pobreza con una política pública que garantice satisfactores fundamentales, y al mismo tiempo brinde a la población herramientas necesarias para valerse por sí misma.
Indicó que con la transformación del programa Oportunidades, dentro de Prospera se incorporan becas de educación superior y proyectos productivos para superar la marginación. Destacó que salieron de la pobreza extrema 2 millones de mexicanos y que de seguir esta tendencia se podrá erradicar la pobreza extrema en la siguiente década.
Agregó que se articuló la Estrategia Nacional de Inclusión, que permitió centrar los esfuerzos de las dependencias federales y los gobiernos locales, con enfoque para atender las carencias sociales que son causa y consecuencia de la pobreza, y se ha contribuido a que las personas concluyan y certifiquen conocimientos para que se abran oportunidades laborales.