En el Archivo Histórico del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Chihuahua, se encuentran los documentos sobre la muerte de Hidalgo.
Enrique Blanco Mendoza, investigador del Archivo dijo a Animal Político que este acervo contiene los documentos sobre la ejecución, quienes la presenciaron y otros personajes de la época relacionados con Miguel Hidalgo y su vida.
La documentación da cuenta de la historia de decenas de personas que estuvieron relacionadas de manera directa con el cura Hidalgo en los años previos, durante su lucha y su muerte.
El vasco José Ignacio Iturribarria, fue uno de estos personajes. Este español fue maestro de Joaquín y Miguel Hidalgo y Costilla. De acuerdo a los documentos históricos, en 1811 emitiría una certificación sobre el arrepentimiento del cura.
Según la historia le pidieron comparecer para que testificará que el Padre de la Patria se había retractado de su causa, pero otro sacerdote señaló que era imposible porque Iturribarria se encontraba alrededor de 160 kilómetros de distancia de Chihuahua cuando Hidalgo fue encarcelado.
Juan José García de Arenas era comerciante y miembro de la Archicofradía del Santísimo Sacramento de Chihuahua; en 1813 fue nombrado Alcalde Ordinario de 2° Voto de la Villa de Chihuahua. En 1811, por instrucciones de las autoridades de la época, presenció la decapitación de Miguel Hidalgo y de los insurgentes Allende, Aldama y Jiménez.
En la época colonial era común la decapitación como forma de escarnio de quienes estuvieran en contra del gobierno virreinal. Se desconoce cuándo se dejó de practicar esta sentencia, pues en tiempos del villismo hubo todo tipo de ejecuciones; pudo haber terminado en épocas del modernismo, tras la revolución.
En los documentos se menciona a José Ramón Díaz de Bustamante, conocido como el “El Capitán Colorado”. En marzo de 1811, formó parte del movimiento de contrarrevolución encabezado por Ignacio Elizondo y otros jefes realistas, ganó la acción de guerra de Boca de Leones en el mismo mes, que debilitó la posición de los jefes insurgentes, entre ellos Hidalgo. Fue parte de los generales que planearon la detención de Hidalgo y los otros caudillos insurgentes en Acatita de Baján. Después obtuvo el ascenso a Teniente Coronel.
Pedro Armendáriz fue el militar encargado de dirigir el pelotón de soldados españoles que fusiló a Miguel Hidalgo en la Villa de Chihuahua el 30 de julio de 1811. Posteriormente se inscribiría a la Sociedad “Amigos de Hidalgo”, cuya misión era fomentar entre los chihuahuenses el culto a la memoria del Padre de la Patria y fue el tercer presidente de dicha institución.
En los documentos en propiedad del Archivo se pueden encontrar a personajes que tuvieron contacto con Miguel Hidalgo incluso antes de la Guerra de Independencia, como Juan Francisco de Velasco, el Escribano Real y de Provincia fue en encargado de realizar el documento en que Miguel Hidalgo, en nombre y con poder de María Josefa Picado, propietaria de la hacienda de Corralejo, solicita al juzgado de capellanías 6 mil pesos mediante la hipoteca de dicha hacienda, el 3 de junio de 1786.
Esta fue la hacienda en donde Hidalgo nació el 8 de mayo de 1753 y donde su padre, Cristóbal Hidalgo trabajaba como administrador del rancho San Vicente, que era parte de la hacienda.
Pedro Armendáriz fue el militar encargado de dirigir el pelotón de soldados españoles que fusiló a Miguel Hidalgo en la Villa de Chihuahua el 30 de julio de 1811. Posteriormente se inscribiría a la Sociedad “Amigos de Hidalgo”, cuya misión era fomentar entre los chihuahuenses el culto a la memoria del Padre de la Patria y fue el tercer presidente de dicha institución.
Doce soldados realistas formaron el pelotón que fusiló a Miguel Hidalgo y Costilla, el 30 de julio de 1811, José Quintana fue uno de los integrantes de ese pelotón.
Bernardo Bonavía y Zapata fue Comandante General de las Provincias Internas, 1814-1817.
El 20 de marzo de 1809, el General Nemesio Salcedo y Salcedo, Comandante General de Provincias Internas lo nombró segundo en jefe y le giró instrucciones para que se trasladara de Durango a Texas, a ponerse al frente de las tropas españolas y estableciera la defensa de la Provincia, ante el amago de los angloamericanos que eran encabezados por el General James Wilkinson.
Tras cumplir esta comisión, regresó la ciudad de Durango en septiembre de 1810, asumió el cargo de gobernador justo antes de que se iniciara la Guerra de Independencia.
Reclutó fuerzas auxiliares de las que se puso al frente, estableciendo su cuartel general en Sombrerete para evitar que los insurgentes penetraran a su jurisdicción y combatirlos en caso necesario.
En 1812, Bonavía se enfrentó a las tropas de Hidalgo (muerto meses antes) en Oaxaca, pero fue vencido.