Puesto en libertad, en buena medida gracias a su talento artístico.
Esto es lo que le pasó a un hombre estadounidense que, tras pasar 27 años tras las rejas, acaba de salir en libertad al ser exonerado de una condena por asesinato.
Los dibujos de campos de golf con lápices de colores de Valentino Dixon fueron publicados en la revista Golf Digest, lo que generó una campaña para descubrir que las pruebas que lo habían llevado a la cárcel estaban equivocadas.
Dixon, de 48 años, han mantenido su inocencia durante los 27 años que lleva tras los barrotes por un tiroteo en Buffalo, Nueva York.
El preso logró salir después de que otro hombre confesara formalmente haber sido el autor del asesinato.
Dixon llevaba casi dos décadas en una conocida prisión del estado de Nueva York cuando su talento artístico llamó la atención de las autoridades carcelarias.
El guardián de la prisión le dio una fotografía del famoso hoyo 12 del Campo de Golf Nacional de Augusta, en el estado de Georgia, y le pidió que se lo dibujara.
"Tras 19 años en la Cárcel Correccional de Attica, ver un hoyo de golf me llegó personalmente", contó Dixon. "Se veía pacífico. Me imagino que jugar al golf debe ser muy parecido a pescar".
Utilizando lápices de colores, empezó a crear dibujos meticulosos y exuberantes de varios campos y calles.
"Yo no sabía nada de golf, soy de barrio", le dijo Dixon a medios locales.
Pero sus dibujos impresionaron a los editores de "Golf Digest", que los publicaron en 2012 junto con un perfil del preso.
"Quizás un día jugaré el juego que hasta ahora solo me he imaginado", decía Dixon en el artículo, describiendo cómo dibujó los paisajes que nunca había visto.
La portada de la revista llevó a activistas contra las condenas erróneas a examinar el caso. Estudiantes de Derecho de la Universidad de Georgetown también se involucraron.
A Dixon lo condenaron a cadena perpetua con un mínimo de 38 años por matar al adolescente de 17 años Torriano Jackson una noche de agosto de 1991, tras una discusión por una chica.
Él reconoció haber estado en la escena del crimen, pero dijo que en el momento de los disparos estaba en una tienda cercana comprando cerveza.
Dixon aseguró que multitud de testigos podrían haber testificado que él no fue el autor de los disparos.
Pero su abogado durante el juicio no llamó a ninguno de ellos, ya que habían sido acusados de perjurio.
El detective investigador de homicidios tampoco testificó durante el juicio, algo que es poco usual.
Pero un fallo aun mayor en el caso fue descubierto por la Iniciativa de Prisiones y Justicia de la Universidad de Georgetown.
Los fiscales no revelaron al abogado defensor de Dixon que un examen de restos de pólvora en su ropa había dado negativo.
Lo que es quizás aun más atroz es que otro hombre, Lamarr Scott, admitió a medios locales pocos días después del asesinato que él había disparado a Torriano Jackson.
Scott le dijo a un periodista de WGRZ-TV: "No quiero que mi amigo [Dixon] cargue con la culpa de algo que hice yo".
Peor nunca lo detuvieron. Y el hermano de la víctima dijo que vio a Dixon abrir fuego.
Según el medio Buffalo News, los fiscales admitieron que Scott había estado confesando su responsabilidad en el caso durante un largo tiempo.
"Scott ha estado confesando su crimen desde el 12 de agosto de 1991", le dijo al tribunal la fiscal asistente de distrito Sara Dee.
"Ha confesado el crimen más de 10 veces".
Lamarr Scott, que está ahora en la cárcel por otro incidente, pudo finalmente confesar formalmente el crimen el miércoles.
Horas después, Dixon fue liberado.
"Yo agarré el arma", le dijo Scott, de 46 años, a un tribunal de Erie, Nueva York.
"Disparé el gatillo y salieron todas las balas. Desafortunadamente, Torriano murió".
Fue el fiscal de distrito de Erie County, John Flynn, quien lleva en el cargo menos de un año, el que ordenó revisar el caso.
Pero a pesar de la exoneración de Dixon, los fiscales dicen que sí proporcionó el arma homicida, la cual dijeron era una ametralladora.
También aseguraron que era un "traficante de drogas en alza" en Buffalo en el momento de su detención.
"Dixon es inocente de los disparos y del asesinato por el que fue encontrado culpable, pero él llevó el arma a la pelea", dijo el fiscal de distrito.
"Es la mejor sensación del mundo", dijo Dixon al salir como hombre libre de la corte de Buffalo, Nueva York, el miércoles 19 de septiembre.
Fuera le esperaba su hija, quien era un bebé cuando él fue encarcelado.
Ella, de 27 años, traía consigo a sus dos gemelos de 14 meses.
Dixon dice que espera seguir con sus dibujos y quizás algún día visitar de verdad un campo de golf.
"Con su mente y cuerpo intactos, esperemos que Dixon tenga unos buenos años por delante", escribió Golf Digest.
"Quizás incluso empiece a jugar al golf".
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