Expertos marinos esperan poder evaluar el estado en el que se encuentra una ballena beluga que encontraron en el río Támesis, en el sur de Inglaterra.
El animal se avistó por primera vez el martes, cerca de embarcaciones que navegaban en el río, que pasa por Londres y desemboca en el mar del Norte.
El miércoles, equipos se encontraban preparados para ayudar a la ballena, conocida como Benny, en caso de que sea necesario.
"Está nadando en dirección al estuario del Támesis, lo que es una buena señal", dijo Clare Dew, portavoz de la Sociedad Real para la Prevención de Crueldad contra los Animales (RSPCA, por sus siglas en inglés).
"Se está comportando con normalidad y pareciera estar comiendo sin problema. Se ha quedado en el centro del río, que es la parte más profunda, y no se ha acercado a la ribera".
El hábitat natural de las belugas son las aguas frías del mar de Barents, en las costas de Rusia y Noruega, cerca del océano Ártico.
También se les encuentra en las costas de Groenlandia, Alaska y Canadá.
"Es posible que haya perdido el rumbo por un error de navegación y que se haya equivocado en la dirección que debía seguir", explica Julia Cable, coordinadora nacional de los Buzos Británicos para el Rescate de la Vida Marina.
Por su parte, Lucy Babey, representante de Orca, una ONG dedicada a la conservación de la vida marina, señaló que era la primera vez que se había visto una beluga tan al sur en el Reino Unido.
Y añade: "Estos animales suelen nadar en costas poco profundas. Esperemos entonces que pueda salir (del Támesis)".
Explicó, sin embargo, que el ruido en el agua podría afectar su sofisticado sistema de sonar.
Para proteger a Benny, se pidió a los barcos que navegan en el Támesis que se mantengan alejados del animal.
Pero no es mucho lo que se puede hacer frente al riesgo que representan para la ballena los desperdicios que se encuentran en el río.
"La cantidad de bolsas de plástico que hay en el agua puede convertirse en un problema", señala Tanya Ferry, gerente ambiental de la Autoridad del Puerto de Londres.
"Esperamos que, si le damos espacio y la vigilamos, logre salir del Támesis y dirigirse a una zona más adecuada. Pero no queremos que nadie intente rescatarla", concluye Ferry.