Una noche de 2005, alguien entró por una ventana al Museo Judy Garland, en Minnesota, y se llevó un par de zapatillas de rubí usadas por la actriz en la película El mago de Oz (1939).
Cubiertas por cerca de 2.300 lentejuelas, las zapatillas fueron recuperadas 13 años después de ser robadas, según autoridades estadounidenses.
El robo indignó de tal manera al público que un donante anónimo alguna vez ofreció una recompensa de US$1 millón a quien suministrara el nombre del ladrón y el paradero de las zapatillas robadas.
Sin embargo, la recompensa expiró en el décimo aniversario del robo.
Se desconoce si la recuperación de las zapatillas está relacionada con alguna información suministrada por una fuente reciente.
Las zapatillas estaban aseguradas por US$1 millón, pero los expertos han dicho que podrían valer dos veces más.
Es por eso que se afirma que son unos de los accesorios más valorados en la historia de la película.
El Museo Judy Garland tenía las zapatillas a manera de préstamo de un coleccionista llamado Michael Shaw.
La sustracción fue descrita como un robo clásico de "rompe y llévatelo", con la vitrina de cristal destruida y las zapatillas arrebatadas.
El ladrón casi no dejó pistas. No encontraron huellas de zapatos ni dactilares, y la cámara de vigilancia no funcionó esa noche.
"Literalmente, me sentí como si me hubieran golpeado en el estómago cuando recibí la llamada", dijo Shaw a la revista Newsweek en 2015.
"Se me doblaron las rodillas y caí al suelo. ¡Había cuidado esos zapatos durante 35 años!".
Jon Miner, el cofundador del museo, dijo a la revista que también estaba devastado. "Lloré", dijo. "No podía creer que esto nos sucediera. Era lo más estúpido".
El museo ha mantenido la vitrina vacía desde el día que desaparecieron, con el rótulo que dice "Dorothy’s Ruby Slippers" (Zapatillas de rubí de Dorothy).
Incluso, en 2015 se estrenó un corto documental, de 20 minutos, llamado "Who Stole The Ruby Slippers?" (¿Quién robó las zapatillas de Ruby?), que exploraba cómo el caso había permanecido sin resolver por una década.
Se sabe que existen otros tres pares de zapatillas de rubí que llevaba Garland en la película.
Unas las tienen el Museo Nacional de Historia Natural del Smithsonian, en Washington DC. En 2016, recaudó más de US$300.000 para la restauración de un par que habían adquirido.
Otro par será exhibido en el Museo de la Academia de Hollywood, que se inaugurará en 2019.
El cuarto par conocido es de un coleccionista privado, que las compró a un maestro de escuela de Tennessee que se las ganó en una competencia de 1940.
La actriz Debbie Reynolds tuvo un cuarto par de zapatillas de la película, pero fueron empleadas sólo para pruebas de cámara y Garland nunca las usó. Se vendieron por más de US$500.000 en una subasta de 2011.
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