Grupos de WhatsApp… ¿quién no pertenece a uno de ellos? Hoy día, resulta casi imposible evitarlos.
La parte más frustrante es que las normas que rigen las conversaciones habituales no sirven de mucho en la popular plataforma de mensajería.
¿En qué otra situación puede uno tocar un botón incesantemente para hablar sobre la hora en la que juntarse con un amigo para tomar algo dentro de seis semanas?
Y, sin embargo, el número de grupos no deja de aumentar. Por eso es importante establecer algunas normas.
Y aunque no es necesario seguirlas obligatoriamente, es posible que te eviten convertirte en el miembro más “odioso“ del grupo.
¿Cuáles son las peores prácticas de WhatsApp y cómo evitarlas?
No mantengas conversaciones con una persona solo
Esto es algo que conviene evitar por completo.
En primer lugar, se trata de un “chat de grupo”, por lo que tener una conversación que afecta solo a uno de sus miembros es un gran error.
Publica solo cosas en las que todo el mundo esté interesado o en las que pueda participar.
Si quieres decirle algo a alguien en concreto, la solución es sencilla: manda un mensaje privado a esa persona.
No todo el mundo quiere saber a qué hora vas a ir al cine con tu amigo Jaime si los demás no están invitados.
Compruébalo una, dos y hasta tres veces si hace falta antes de pulsar la tecla “Enviar”.
Si te equivocas, puede que acabes en una situación embarazosa.
E incluso que tengas que abandonar el grupo, o pasar el resto de tus días evitando a la gente que formaba parte de él.
Enviar mensajes spam en un chat grupal de WhatsApp es un enorme fastidio para sus miembros.
Y no. El mundo no se acaba: si no envías un mensaje a 10 de tus contactos no tendrás mala suerte durante el resto del año.
Y si WhatsApp se convierte en una aplicación de pago, probablemente la plataforma se ponga en contacto contigo. Ya tienen tu número.
Si puedes resumir lo que quieres hacer en una línea, ¿por qué usar 10?
No hay espacio en un chat grupal para gente que no quiere conversar.
Es más, todo el mundo puede ver que has recibido y leído el mensaje y que no quieres contestar.
Así que si el resto de los miembros están esperando a que tomes una decisión, es mejor que respondas lo antes posible. No hacerlo podría resultar muy frustrante.
¿Invitarías a 30 extraños a tu casa y los encerrarías en una habitación? Esa es la sensación cuando te agregan a un grupo sin pedirte permiso.
Es de mala educación no preguntar a alguien antes de hacerlo.
Y lo mismo ocurre si te vas del grupo: explica por qué lo haces, no desaparezcas sin más.
Es tan grosero como alejarte de tus amigos sin decir adiós.
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