"Pensé que lo había superado. Pero no".
Así se expresó este jueves en la televisión estadounidense una mujer de 76 años al evocar los abusos sexuales de los que fue víctima cuando tenía 8 años.
Identificada como Brenda, del estado de Misuri, esta mujer se convirtió en portavoz improvisada de miles de mujeres en Estados Unidos.
Son mujeres a las que las comparecencias ante el Senado del juez Brett Kavanaugh, candidato del presidente Donald Trump a la Corte Suprema de EE.UU., y la profesora Christine Blasey Ford, que lo acusa de abuso sexual cuando eran adolescentes, les hicieron regresar a un doloroso pasado.
El desgarrador testimonio de Ford sobre el supuesto ataque llevó a muchas personas a compartir sus propias experiencias de agresión tanto en público como en privado.
Las llamadas llegaron a colapsar líneas telefónicas de atención para casos de abuso sexual.
"El número de personas ayudadas por la línea nacional para casos de agresión sexual fue un 201% superior a la media ayer", escribió en Twitter la Red Nacional contra la Violación, el Abuso e Incesto (RAINN por sus siglas en inglés). organización estadounidense que gestiona una de las principales líneas de teléfono de ayuda a las víctimas.
Brenda llamó a C-SPAN, el canal de televisión que retransmite las sesiones del Congreso de EE.UU., para contar su caso durante un descanso de la sesión que se vivió este jueves en el Comité Judicial del Senado.
"Esto vuelve a causar tanto dolor", dijo. "Pensé que lo había superado. Pero no. Nunca lo olvidarás. Te confundes y no lo entiendes, pero nunca olvidas lo que te pasó".
"Sin mi familia, nunca podría haberme recuperado de esto", añadió. "Ahora tengo 76 años y creía que lo había superado hasta que oí que le pasó a alguien más, es una vergüenza".
Brenda precisó que tenía unos 8 años cuando ocurrieron los hechos y que su abusador era un compañero de escuela de 13 años.
"He tenido problemas con mi peso durante toda mi vida porque tenía mucho miedo de que alguien me fuera a hacer daño. Y estoy casada, tengo una familia maravillosa, tengo un esposo maravilloso, y un hijo y nietos y bisnietos, y creía que lo había superado. No había vuelto a hablar de esto por años, hasta que escuché el testimonio. Me está rompiendo el corazón".
No solo subió el número de llamadas a la línea de RAINN; también se alargó el tiempo de espera. La organización pidió paciencia en las redes y advirtió que, si eran casos urgentes, las personas tenían que llamar al teléfono de emergencias 911.
El aumento de actividad de las líneas de ayuda telefónica cuando se habla públicamente de casos de agresiones o abusos sexuales es un fenómeno común.
"Oír y leer sobre casos de violencia sexual en los medios e internet puede ser muy difícil para sobrevivientes y sus seres queridos. Recuerda cuidarte durante estos momentos", escribió en Twitter RAINN, para a continuación ofrecer una serie de recursos a los que se puede acudir en busca de ayuda.
Por ejemplo, las llamadas a la línea de RAINN tras la difusión de la cinta de video en la que se oía al entonces candidato republicano Donald Trump presumir de agarrar a las mujeres por los genitales subieron un 33%.
RAINN precisó que las llamadas subieron un 46% desde que se hicieron públicas las acusaciones de la profesora Ford y un 57% desde la publicación de un artículo de la revista The New Yorker en el que otra mujer, Debbie Ramírez, acusó a Kavanaugh de conducta sexual inapropiada cuando estudiaban en la universidad.
La actriz y guionista estadounidense Busy Phillipps, con mucha presencia en redes sociales, reveló a través de Instagram que también fue víctima de una agresión sexual:
"Esta soy yo con 14 años, la edad a la que fui violada. He necesitado 25 años para decir esas palabras… Hoy es el día a partir del cual ya no callaremos. Todas nosotras. Tengo miedo de compartir esto, no puedo ni imaginar lo que siente la profesora Ford ahora mismo".
"Fui agredida sexualmente cuando tenía 19 años y estaba en la universidad", contó Jessica, una joven que ahora tiene 26 años y que también llamó a C-SPAN. "Preferiría no entrar en los detalles de esto, lo siento".
"Es importante para las víctimas de abuso sexual que nos tomemos en serio estas acusaciones", añadió.
"Y me decepciona que no haya habido una investigación del FBI porque estamos en 2018, en plena era del movimiento #MeToo (#YoTambién), y creo que debemos partir desde una posición de creer a las mujeres cuando alzan la voz con estas historias porque no es algo fácil de hacer y no creo que sea algo que nadie fuera a emprender a la ligera".
Jessica no fue la única en exigir que el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) abra una investigación sobre el caso antes de que se proceda a la confirmación de Brett Kavanaugh como magistrado de la Corte Suprema.
Instancias tan destacadas como la Asociación Americana de Colegios de Abogados y la Escuela de Derecho de la Universidad de Yale, en la que estudió el propio Kavanaugh, demandaron este viernes que se detenga el proceso de confirmación para dar espacio a la investigación del FBI.
Y este viernes, el senador republicano Jeff Flake pidió ante el Comité Judicial del Senado que se aplace una semana el voto sobre Kavanaugh para que se pueda llevar a cabo dicha investigación.
Finalmente el Partido Republicano accedió a retrasar una semana la votación en el Senado para que el FBI acometa una nueva revisión de antecedentes del juez que fue respaldada por el presidente Trump.
Del otro lado, quienes apoyan a Kavanaugh consideran que el proceso es una farsa y que el juez debe ser confirmado lo antes posible.
Pero incluso muchas de estas voces críticas con el proceso son comprensivas con Ford y con las víctimas de abuso.
"Apoyo totalmente a las mujeres que han salido a la luz para hablar sobre estas experiencias, pero también creo que debe haber pruebas si vas a llevar a alguien a juicio", expuso la joven Rachel Gill, de 22 años, en conversación con la BBC.
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