El presidente de Argentina, Mauricio Macri, no tiene asegurado el apoyo de la mayoría de los argentinos, pero sí el de la presidenta del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.
Este miércoles, como si fuera una funcionaria más del gobierno, la titular del organismo se sentó junto al ministro de Economía, Nicolás Dujuvne, para anunciar desde Nueva York un nuevo rescate para garantizar la estabilidad de la atribulada economía argentina.
"Respaldo el plan de reforma revisado de Argentina", dijo Lagarde, en referencia al acuerdo de mayo cuyos requisitos Argentina no pudo cumplir, no generó confianza en los mercados y debió ser reformulado.
Lagarde aseguró que esta vez el plan sí va a funcionar por dos razones: se aumenta el desembolso para 2019 y el dinero no es precautorio, es decir, que el gobierno lo podrá usar como parte de su presupuesto.
Largarde luego repitió: "Este es el préstamo más grande de la historia del FMI".
Y en efecto: son US$57.000 millones que se van a desembolsar a los largo tres años.
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