"Me pongo por lo menos dos inyecciones a la semana, cada una tiene 500 mg de testosterona y 220 mg de trembolona".
Él es Stewart y se muestra muy abierto sobre las sustancias que usa: son esteroides anabólicos, cuyo uso es ilícito en muchos países.
La trembolona, específicamente, se utiliza para aumentar la masa muscular y su uso y posesión está prohibida en países como Estados Unidos.
En Reino Unido no es ilegal poseer o usar esteroides, pero sí es ilícito venderlos o comprarlos.
Stewart afirma que a veces también se pone una tercera inyección. Y asegura que ha estado tomando estas dosis durante los últimos tres años.
Debido al extendido uso de estas sustancias, se acaba de inaugurar en Reino Unido la primera clínica de esteroides, donde médicos y enfermeras llevan a cabo análisis de sangre y pruebas cardíacas en los usuarios, y también ofrecen asesoría sobre las sustancias que utilizan.
Stewart, que tiene diabetes tipo 2, decidió asistir a la clínica porque comenzó a tener problemas con los pies.
Tal como lo contó a la BBC, decidió comenzar a usar esteroides cuando tenía unos 35 años: "Siempre me sentí tentado a hacerlo en el gimnasio. Había estado entrenándome de forma natural durante mucho tiempo y pensé: ‘¡al diablo! ¿por qué no? y los probé".
Stewart asegura que son fáciles de obtener: "Muchos de los chicos en el gimnasio, en cuanto obtienen su afiliación, obtienen sus esteroides al mismo tiempo".
A pesar de las advertencias sobre los efectos a largo plazo de los esteroides, Stewart está convencido de que lo positivo sobrepasa lo negativo.
"Es mi elección personal y no quiero causarme una enfermedad grave, pero también me dan muchos beneficios", le dice a la BBC.
"La testosterona me hace sentir como un adolescente otra vez en términos de mi vida sexual, te dan más confianza, así que te sientes más extrovertido".
"Algunas personas dicen que es una agresión a mi cuerpo, pero no lo es. Es sólo que te sientes más seguro de ti mismo".
Los médicos en la clínica, sin embargo, están preocupados por la función de los riñones y el hígado de Stewart y le pidieron llevar a cabo más análisis.
Según cifras del gobierno británico, unas 300.000 personas en Inglaterra y Gales toman esteroides anabólicos.
Estas son sustancias sintéticas vinculadas a las hormonas sexuales masculinas, como la testosterona.
Y además de promover el crecimiento de los músculos, incrementan el desarrollo de las características sexuales masculinas.
Los expertos indican, sin embargo, que el abuso de esteroides es nocivo y está asociado con graves problemas a la salud, incluidos infertilidad, conducta agresiva, problemas cardíacos, enfermedad hepática e hipertensión.
"Paul" prefiere no usar su verdadero nombre.
Ha estado levantando pesas desde que tenía 15 años, y ahora, a la edad de 36, acaba de terminar su primer curso de 10 semanas de esteroides.
"Durante los últimos ocho o nueve años, había notado que no estaba consiguiendo ganancias (en el gimnasio). No podía cambiar mi régimen de entrenamiento debido a mis compromisos familiares y laborales, así que eso me hizo pensar que debía probarlos".
"En esas 10 semanas obtuve ganancias como nunca antes, y eso me sorprendió. Allí me di cuenta de que eran realmente un gancho".
La esposa de Paul sabe que toma esteroides. "No está 100% convencida, pero dice que prefiere saberlo en caso de que ocurra algo malo, para que yo no lo haga a sus espaldas".
"Dice que ha notado un cambio en mi. Ahora estoy más contento. Ella cree que nos hemos acercado más debido a que yo me he abierto más".
Paul fue a la clínica para someterse a análisis de función de hígado y riñones.
Afirma que ha notado algunos efectos negativos: "Mi principal preocupación fue que comencé a volverme "gritón" y agresivo. No siquiera me sentía frustrado o enojado".
El doctor Greg James es voluntario en la clínica de Newport. Subraya algunos de los efectos secundarios de incluso los cursos más cortos de esteroides anabólicos: "moratones, salpullido en el sitio de las inyecciones, formación de abscesos… lesiones renales agudas que pueden llevar a problemas renales de largo plazo, inflamación hepática y problemas hepáticos".
"Los usuarios también pueden tener dificultades con cambios en el estado de ánimo y disfunción eréctil".
El doctor afirma que los clientes reaccionan de dos formas distintas cuando se les presentan problemas serios de salud, como insuficiencia renal.
"Tenemos pacientes que ven la evidencia que se les presenta, hacen un cambio radical y dicen: ‘Está bien, ya no voy a tomar esto, claramente está teniendo un impacto en mi salud’, y dejan de hacerlo".
"Pero tenemos clientes que se van en la dirección opuesta y dicen: ‘Bueno, eso es reversible, esto no me va a afectar la salud a largo plazo, etc.’, lo cual es una lástima".
Joanne Hughes es una enfermedad comunitaria que trabaja en la clínica. Cree que el uso de los esteroides está aumentando: "Entre todas las generaciones, no sólo la generación más joven. Hemos visto pacientes de 50 o 60 años que comenzaron a usar esteroides".
Paul afirma que si las pruebas muestran que los esteroides que toma están teniendo un impacto negativo en su salud, dejará de usarlos.
"Espero que, si eso llega a ocurrir, seré suficientemente listo para decir que ya los probé y se acabó. Especialmente porque tengo niños pequeños. Y aunque me encanta ir al gimnasio, tengo la seguridad de que tomaré la decisión correcta".
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