El estado de Florida volvió a ser escenario de un mortal tiroteo.
Dos personas fueron asesinadas este domingo y otras 11 resultaron heridas en un tiroteo masivo durante un torneo de videojuegos celebrado en Jacksonville, Estados Unidos.
El alguacil de la ciudad, Mike Williams, identificó al presunto autor como David Katz, un joven de 24 años que se suicidó después de cometer el crimen.
Las autoridades afirmaron que el sospechoso, quien había viajado para participar en el torneo desde Baltimore, Maryland, utilizó “al menos” un arma corta.
Se continúa investigando para tener más información sobre el joven y los motivos que le llevaron a cometer el tiroteo.
La policía no confirmó las informaciones de algunos medios que apuntaban a que Katz habría empezado a disparar al enfadarse tras haber perdido una partida en el torneo.
El alguacil sí confirmó que el joven es el único sospechoso, por lo que no se busca a ninguna otra persona implicada.
El torneo se estaba transmitiendo en vivo por internet.
En el impactante video que recoge el momento, ampliamente difundido por redes sociales, se escuchan de fondo numerosos disparos y gritos antes de que la emisión se cortara.
La competición sobre el videojuego de futbol americano Madden NFL se celebraba en un bar de juegos en el interior de un restaurante del Jacksonville Landing, un complejo comercial en el centro de la ciudad.
Los agentes de las fuerzas especiales (SWAT) rastrearon el edificio y rescataron a las personas que se habían escondido en los locales del centro comercial.
El gobernador de Florida, Rick Scott, anunció que se desplazará a Jacksonville para seguir las investigaciones de primera mano y habló con el alcalde de la ciudad, Lenny Curry, para ofrecerle ayuda del estado.
El estado de Florida ha sido escenario de grandes tiroteos masivos en los últimos años.
En 2016, 49 personas fueron asesinadas en la discoteca Pulse de Orlando, un club nocturno frecuentado por la comunidad LGBT.
El pasado mes de febrero, un exalumno de la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas, en Parkland, mató a 14 estudiantes y tres profesores.
Un mes después de esta matanza, el gobernador Rick Scott firmó una ley con nuevas regulaciones para controlar el acceso a las armas en Florida.
Las medida elevó de 18 a 21 años la edad para comprar rifles, impuso un período de espera de tres días en todas las ventas de armas y autorizó al personal docente a ir armado a las escuelas.
Prohibió también la venta de los llamados “bumpstocks”, unos dispositivos que permiten que un arma semiautomática funcione de manera similar a las automáticas.
Sin embargo, la legislación no incluyó la prohibición de los rifles de asalto, como reclaman muchos de los sobrevivientes de los tiroteos.
La Asociación Nacional del Rifle, de la que el propio Scott es miembro, presentó un recurso contra la nueva ley al considerar que viola los derechos constitucionales de los ciudadanos.