La trompa de los elefantes es como una llave multiusos.
Estos animales utilizan su larga nariz para distintas tareas.
Por ejemplo, para respirar, levantar objetos o beber agua: son capaces de extraer 15 litros de agua de un solo tirón.
También utilizan su trompa para enfrentarse unos a otros, comunicarse entre ellos e incluso para hacer snorkel.
Varios estudios han mostrado que los elefantes tienen un sentido del olfato muy desarrollado.
Una investigación publicada en la revista Genorme Research llegó a la conclusión de que los elefantes podían distinguir entre dos tribus de Kenia: los Maasai, que intentaban cazarlos, y los Kamba, que los dejaban tranquilos.
Los elefantes estudiados usaron pistas olfativas para evitar a los Maasai.
Según otro estudio llevado a cabo tras la guerra civil en Angola en 2002, los elefantes utilizaban su sentido del olfato para evitar las minas dejadas por el conflicto.
En los primeros años tras la guerra el número de muertes de elefantes por minas fue muy elevado, pero disminuyó drásticamente cuando los elefantes comenzaron a distinguir el olor de los explosivos.
El descubrimiento más reciente es que los elefantes también pueden usar su trompa para detectar y distinguir tipos de comida a larga distancia.
Investigadores de la universidad de KwaZulu-Natal en Sudáfrica recolectaron 11 tipos de plantas que comen los elefantes africanos. Seis de estas plantas son las favoritas de estos animales, mientras que las otras cinco son menos apetitosas.
Los investigadores escondieron la comida en bolsas de basura y dieron a escoger a los elefantes entre la bolsa con su comida preferida y la bolsa con plantas menos suculentas.
Los elefantes fueron capaces de reconocer la bolsa con su comida favorita a pesar del olor parecido de las plantas, incluso cuando los investigadores colocaron las bolsas en dos puntos distintos de un laberinto de 14 metros de longitud.