¿Cómo fue el Sol en sus inicios?
Los autores de un nuevo estudio comparan al Sol primitivo con un niño de comportamiento explosivo.
"El Sol fue muy activo en sus primeros años de vida, tuvo más erupciones y emitió una corriente más intensa de partículas cargadas. Pienso en mi hijo, él tiene tres años, es muy activo también", señaló Philipp Heck, investigador del Museo Field de Chicago, Estados Unidos, y uno de los autores del estudio publicado en la revista Nature Astronomy.
El Sol surgió hace 4.600 millones de años, unos 50 millones de años antes de que se formara la Tierra, y es muy difícil hallar objetos que permitan descifrar la primera etapa del Sol.
Pero existe un verdadero tesoro en este aspecto para la ciencia: el meteorito Murchison, que cayó en Australia en 1969.
"Es un meteorito muy importante para la ciencia porque contiene material que se formó en las etapas iniciales en la historia del Sistema Solar, incluyendo los minerales que nosotros estudiamos, llamados hibonitas", explicó a BBC Mundo Levke Kööp, cosmoquímica de la Universidad de Chicago y autora principal del estudio.
"Y también contiene granos presolares, material producido en torno a otras estrellas antes de que se formara el Sistema Solar", agregó.
Analizando los cristales de hibonita en el meteorito de Murchison, más antiguos que la Tierra, los científicos encontraron claves de la fase temprana del Sol.
"Casi nada en el Sistema Solar es lo suficientemente antiguo como para confirmar realmente la actividad del Sol temprano, pero estos minerales de los meteoritos en las colecciones del Museo Field son lo suficientemente antiguos. Probablemente sean los primeros minerales que se formaron en el Sistema Solar", afirmó Heck.
Los cristales de hibonita "se formaron hace más de 4.500 millones de años y conservan un registro de algunos de los primeros eventos que tuvieron lugar en nuestro Sistema Solar", señaló Kööp.
En sus primeros días antes de que se formaran los planetas, el Sistema Solar estaba formado por el Sol con un enorme disco de gas y polvo que giraba en espiral a su alrededor y que daría lugar a los planetas.
A medida que el disco se enfriaba, comenzaron a aparecer los primeros minerales que formaron cristales de hibonita.
"Los granos minerales más grandes de meteoritos antiguos son solo unas pocas veces mayores que el diámetro de un cabello humano", señaló Andy Davis, otro de los autores del estudio.
"Cuando observamos un montón de estos granos bajo un microscopio, los granos de hibonita se destacan como pequeños cristales azul claro, son bastante hermosos".
Kööp explicó a BBC Mundo que identificó inicialmente los cristales de hibonita usando un microscopio óptico.
"Luego los caractericé usando un microscopio de electrones en la Universidad de Chicago y en el Museo Field".
Un paso clave fue lograr que la hibonita liberara gases de helio y neón atrapados en el mineral durante miles de millones de años.
"Los análisis del helio y el neón los hicimos en ETH Zurich (una universidad de ciencia y tecnología en Suiza), donde hay un espectrómetro de masas de alta sensibilidad. Durante el análisis usamos un láser para fundir cristal de hibonita y liberar así el helio y el neón en su interior", señaló la experta.
"Obtuvimos una señal sorprendentemente grande, que mostraba claramente la presencia de helio y neón. Fue increíble".
Pero ¿por qué la presencia de helio y neón indica un pasado violento del Sol?
"El helio y el neón son gases nobles inertes que no forman enlaces químicos con otros átomos en el cristal de hibonita", explicó Kööp a BBC Mundo.
"Por lo tanto, no habrían sido incorporados en los cristales de hibonita cuando estos se formaron. El helio y el neón, sin embargo, pueden producirse en la hibonita si esta es irradiada con partículas energéticas".
"Al encontrar helio y neón en las hibonitas, por lo tanto, sabemos que estas fueron irradiadas".
Los cristales de hibonita son ricos en calcio y aluminio. Cuando el joven Sol despidió estallidos de radiación al espacio, los protones disparados entraron en colisión con átomos de calcio y de aluminio en la hibonita, haciendo que esos átomos se separaran en átomos más pequeños de helio y neón.
"A pesar de que los cristales de hibonita son muy pequeños y muchos tienen menos de 100 micras de diámetro, aún fueron capaces de retener estos gases nobles altamente volátiles que se produjeron a través de la irradiación del joven Sol hace tanto tiempo", señaló Kööp.
Según la experta, "si bien el Sol aún emite partículas, la cantidad era mucho mayor en el pasado cuando aún estaba rodeado de un disco de gas y polvo".
El helio y neón presentes en los cristales de hibonita proporcionan la primera evidencia concreta de la actividad temprana del Sol.
"Sería como si solo conocieras a alguien como un adulto tranquilo y tuvieras razones para creer que alguna vez fueron niños activos, aunque no tienes pruebas", señaló Heck.
"Pero si pudieras subir a su ático y encontrar sus antiguos juguetes rotos y libros con las páginas arrancadas, sería evidencia de que la persona alguna vez fue un niño con mucha energía".
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