¡Qué calor!
Medio mundo "está que arde": incendios en Grecia que dejan más de 70 muertos, fuegos en el Círculo Ártico y en Suecia, decenas de fallecidos por altas temperaturas en Corea del Sur, récords de calor en California, Texas o África…
Es, según el Instituto Goddard de la NASA para Estudios Espaciales (GISS, por sus siglas en inglés), la situación que sigue a uno de los meses de junio más calurosos de la historia y que podría romper también las marcas de temperatura para este mes de julio.
Y más en estos días que ya comenzó la canícula, los temidos días en que el calor del verano arrecia en el hemisferio norte.
Pero este período, que se extiende tradicionalmente entre los meses de julio y agosto, ha sido particularmente abrasador durante este mes.
En Canadá, las temperaturas sobrepasaron los 30 ºC por más de 20 días; en Reino Unido, el calor llegó a derretir el techo del Centro de Ciencias de Glasgow; y en Finlandia, las autoridades decretaron el estado de emergencia.
En Japón, donde ya se reportan más de 60 muertos, las autoridades consideraron el calor como un "desastre natural". En México, comenzaron a ofrecer recomendaciones a la población sobre cómo hacer frente a los días de canícula.
Pero ¿qué es este fenómeno y por qué este verano se ha está dejando sentir tanto en el hemisferio norte del mundo?
El nombre de ‘canícula’ viene de la época de la Antigua Grecia.
Se le llamaba así al período del año en que la constelación del Can Mayor alcanzaba la posición cenital (el centro del firmamento) y equivalía a algo así como los "días del perro", los de más calor del año en el hemisferio norte, según explicó a National Geographic el astrónomo Larry Ciupik.
Esta época que se extiende por unos 40 días hasta finales de agosto es conocido también como sequía intraestival de medio verano o veranillo, porque es la época del año en que disminuyen en mayor medida las posibilidades de lluvia.
Sin embargo, aunque tradicionalmente las temperaturas aumentan en el hemisferio norte en este período, durante el actual mes de julio la situación ha sido diferente a la de años anteriores.
La canícula de 2018 coincide con lo que algunos expertos han denominado una "ola de calor global", cuyos efectos se extienden por gran cantidad de países del hemisferio norte.
La pregunta que muchos se hacen es qué está sucediendo este año para que este fenómeno vaya más allá de los tradicionales días de mucho calor de todos los veranos.
Los especialistas aseguran que las causas detrás de esta situación son difíciles de responder, dada la complejidad de los sistemas climáticos planetarios.
Aunque para muchos, la respuesta fundamental está en la acción de la población sobre el clima de la Tierra.
"Lo que estamos viendo ahora como una anomalía es lo que podría pasar frecuentemente en 30 años como consecuencia del cambio climático", explica a la BBC el meteorólogo británico Peter Stott.
Sin embargo, aunque casi ningún especialista niega la influencia del cambio climático sobre esta situación, muchos también creen que lo que está ocurriendo es mucho más complejo y es resultado de una combinación de factores.
Según explica a la BBC el meteorólogo Tim Osborn, de la universidad británica de East Anglia, uno de ellos es un debilitamiento de la Corriente de chorro, los vientos que fluyen de oeste a este y que juegan un papel fundamental en la determinación del clima en América del Norte y Europa.
El experto indica que este núcleo de fuertes vientos se extiende de siete a diez kilómetros sobre la superficie de la Tierra y, cuando se intensifican, crean tormentas y lluvias.
En cambio, cuando se debilitan, generan estos climas cálidos y secos.
"Como resultado, las áreas de alta presión atmosférica permanecen durante largos períodos en el mismo lugar y esto genera una gran concentración de calor", señala.
De acuerdo con la NASA, la posición más al norte de la Corriente de chorro puede haber estado influenciada por las temperaturas en el norte del Atlántico, que han sido relativamente cálidas en los subtrópicos y más frías al sur de Groenlandia en los últimos tiempos.
Es un fenómeno conocido, aunque extraño, que se denomina oscilación multidecadal atlántica (AMO, por sus siglas en inglés).
Este fenómeno es el responsable de que las temperaturas oceánicas varíen en un periodo de 70 años, a lo largo del cual aparece un máximo y un mínimo de temperatura en el océano.
Sin embargo, pese a la combinación de factores, el meteorólogo Osborn reitera que el tema del cambio climático no debe obviarse al considerar las causas detrás de esta situación.
"Antes en Europa teníamos situaciones así un par de veces cada siglo. Ahora, ocurre un par de veces cada década. No cabe duda de que el cambio climático está aumentando las posibilidades de las olas de calor", concluye.
Ahora puedes recibir notificaciones de BBC News Mundo. Descarga la nueva versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.