La operación de rescate de los menores atrapados en una cueva tailandesa entró este martes en su tercer, y previsiblemente último, día.
Las autoridades informaron que los buzos entraron en el complejo de grutas a las 10:08 am hora local (03:08 am GMT) para intentar sacar de la cueva a las últimas cinco personas atrapadas: cuatro menores y su entrenador.
Junto a ellos se prevé que también salgan de la gruta el médico y tres miembros de la marina tailandesa que estuvieron con ellos la última semana.
Entre el domingo y el lunes ya fueron rescatados 8 niños, que se encuentran en observación en un hospital.
Narongsak Osotthanakorn, el líder de la misión de rescate, dijo que esperaba que el operativo de este martes fuese más rápido que el de los dos primeros días.
La experiencia del primer día del rescate ayudó a acelerar las cosas el segundo día, dijo Narongsak. Se tardó 11 horas en sacar a los cuatro primeros niños el domingo, pero solo nueve para sacar a los segundos cuatro el lunes.
Los niveles de agua dentro de la cueva no aumentaron desde el inicio de la evacuación.
Mientras, el primer grupo de niños rescatado ya recibió la visita de sus familias en el hospital, según informaron funcionarios de Salud tailandeses.
La doctora Jesada Chokedamrongsuk explicó que los padres solo pudieron saludar a los cuatro niños rescatados el domingo a través del cristal debido al riesgo de infección. Pero agregó que pronto podrían recibir visitas cara a cara.
Los menores, de entre 11 y 16 años, se internaron en la cueva Tham Luang en Chiang Rai, norte de Tailandia, el pasado día 23 de junio, junto a su joven entrenador.
El grupo había quedado varado en un punto alto de la cueva y en un primer momento se barajó la posibilidad de esperar a que bajaran las aguas para que pudieran salir por su propio pie, lo que hubiera supuesto meses.
No obstante, las previsiones de lluvias y la caída del nivel de oxígeno dentro de la cueva forzaron el rescate inminente.
Desde que les encontraron, un equipo nacional e internacional estuvo tratando de drenar todo el agua posible y consiguieron acabar con las inundaciones en algunos tramos de la cueva.
Antes de que empezara la primera misión el domingo, el gobierno regional destacó que las condiciones "eran las mejores" y que los niños estaban preparados para el desafío.
Tailandia y otras partes del mundo siguen muy atentas el desarrollo de los acontecimientos y numerosas personas alrededor del mundo han compartido mensajes de apoyo en internet para el valiente equipo de fútbol y su entrenador.
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