El abrumador triunfo de Andrés Manuel López Obrador en la elección presidencial en México representa un efecto negativo para los partidos perdedores, pues no sólo perdieron numerosos puestos de elección popular, también dinero y poder en todo el país, advierten los analistas de la consultora Integralia.
Con base en el número de votos obtenidos por cada partido el 1 de julio pasado, Integralia calculó el financiamiento público que recibirán en 2019, donde Movimiento Regeneración Nacional (Morena) obtendrá casi cuatro veces el presupuesto asignado para 2018, mientras sus principales adversarios políticos tendrán una caída histórica en sus presupuestos: el Partido Revolucionario Institucional (PRI) recibirá 27 % menos recursos; el Partido de la Revolución Democrática (PRD) tendrá un descuento del 21 %.
Según el Reporte Electoral 2018 de Integralia, Morena recibió 414.9 millones de pesos para este 2018 y, de acuerdo con su cálculo, para 2019 obtendrá 1,557.2 millones de pesos, es decir, 3.7 veces más. El PRI obtuvo este año 1,094.9 millones que caerán a 800 en 2019; mientras el PRD tuvo 496.2 millones en 2018 y para 2019 recibirá 392.9 millones.
“En 1996 pasó un efecto similar: de repente partidos con pocos recursos como el PAN o el PRD crecieron su financiamiento tres o cuatro veces de un año para otro, ahí ganaron todos. Lo que no ha habido antes es una caída tan drástica del financiamiento”, detalla Luis Carlos Ugalde, director general de Integralia.
El cálculo de los recursos que el Instituto Nacional Electoral (INE) entrega a los partidos se basa en la ley electoral y en la Carta Magna, que señala en su artículo 41: “El financiamiento público para el sostenimiento de sus actividades ordinarias permanentes se fijará anualmente, multiplicando el número total de ciudadanos inscritos en el padrón electoral por el 65% del valor diario de la Unidad de Medida y Actualización (antes Salario Mínimo)”. En estos comicios el padrón electoral fue de 89.3 millones de personas y la UMA es de 80.60 pesos diarios.
Morena debe este incremento de casi 400 % en el financiamiento público proyectado para 2019 a los 25 millones 186 mil 577 votos que obtuvo en la elección presidencial (sólo votos por partidos sin alianza). En cambio, sus adversarios deben la histórica caída presupuestal a los siete millones 677 mil 180 votos que obtuvo el PRI (como partido) y el millón 602 mil 715 votos ganados por el PRD.
“Para el PRI es un desafío mayor porque además de reducir su financiamiento público, reduce el número de gobiernos que controla y esto agregado te reduce significativamente tus recursos políticos y económicos. Esa combinación crea un efecto de bola de nieve porque al tener menos dinero y menos influencia tienes menos posibilidad de ganar elecciones, es un círculo que se retroalimenta y que puede llevar a un proceso continuo de deterioro para el PRI”, dijo Ugalde a Animal Político.
El Partido del Trabajo (PT) será otro de los beneficiados, ya que su alianza con Morena le valió 3.3 millones de votos, por lo que recibiría 31 % más recursos el año entrante, pasando de 236 a 343 millones de pesos. El financiamiento 2019 para el resto de los partidos será casi igual que el de 2018: Acción Nacional (PAN) pasará de 827 a 850 millones de pesos; Movimiento Ciudadano pasa de 341 a 361 millones y el Partido Verde Ecologista (PVEM) tendrá solo seis millones más de los 368 que obtuvo este año.
Esto se debe al 30 % del presupuesto que por default se debe repartir a los partidos, recuerda el analista y coautor del Reporte Electoral. El artículo 41 constitucional obliga a distribuir entre todos los órganos políticos este porcentaje de los recursos en forma igualitaria, “y el 70 % restante de acuerdo con el porcentaje de votos que hubieren obtenido en la elección de diputados inmediata anterior”, que en este caso es la de 2015. “Eso es parejo seas chico o grande, te haya ido bien o mal, ese factor compensa”, señala Ugalde.
Círculo virtuoso para Morena
Así como para el PRI esta debacle va en cascada y el efecto negativo podría continuar después de esta elección, para Morena un triunfo lleva al otro, según el presidente del entonces IFE durante el periodo 2003-2007.
“En el caso de Morena es al revés: tienen mucho, ganan más dinero, tienen influencia, son atractivos, mucha gente se cambia a ese partido y eso genera una bola de nieve inversa. La posición hegemónica de Morena se puede consolidar e incluso acrecentar en los próximos años”, advirtió el especialista.
Y es que Morena arrasó con todo lo que estaba en juego en esta elección: ganó la presidencia con una ventaja de 31 puntos porcentuales sobre su competidor más cercano (Ricardo Anaya); ganó cinco de nueve gubernaturas que estaban en juego, incluida la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, más 11 de 16 alcaldías, así como la mayoría en ambas cámaras del Congreso y 252 presidencias municipales.
López Obrador, como candidato presidencial, ganó en todos los estados del país excepto Guanajuato y, según detalla el Reporte de Integralia, en más de la mitad de las entidades (56 %) ganó con un margen de victoria superior al nacional de 31 %. Por ejemplo: en la capital ganó con 34 %, en el tradicionalmente priista Estado de México ganó con 35p puntos; en Baja California y Baja California Sur –entidades norteñas donde no se esperaba que ganara– lo consiguió con 45 y en su natal Tabasco arrasó con 71 % de ventaja sobre sus competidores.
Es justamente en los estados donde los partidos obtendrán recursos adicionales, según Ugalde, sumando el financiamiento a los partidos con registro estatal. El analista adelantó que en los próximos días Integralia publicará otro reporte en el que incluye la votación de diputados locales, en la que Morena también arrasó.
“Hay un riesgo de la posición hegemónica de Morena: que se rompan pesos y contrapesos, ese es un riesgo global. Se puede volver muy poderosa su posición y romper los equilibrios entre los niveles de gobierno”, puntualizó.