El arqueólogo mexicano Sergio Grosjean las llama una "caja de sorpresas".
Las miles de cuevas y cenotes que hay en la península de Yucatán, en el sureste de México, son un enigma por descubrir para exploradores como él.
El pasado mes de junio, Grosjean y su equipo se llevaron una de las mejores sorpresas: una de estas cuevas tenía impresas unas raras pinturas rupestres de la ancestral cultura maya.
"Esto es muy atípico, nunca nos habíamos encontrado con tanta diversidad de figuras como en esta", cuenta un emocionado Grosjean a BBC Mundo.
Y es que en el interior de la cueva hallaron una serie de petrograbados en las paredes con figuras de humanos (posiblemente guerreros mayas), figuras geométricas, aves y una serie de palmas de manos.
"Podemos observar que hay un personaje con escudo, que aparentemente tiene una macana (porra), y un penacho delante de otro, aparentemente un tipo de espada", relata Grosjean.
"Más adelante tenemos un ave, de este tipo nunca habíamos encontrado. De hecho me comuniqué con unos amigos que son exploradores y ellos tampoco han encontrado algo similar, es algo atípico, eso es lo interesante del caso", explica.
La cueva está en un punto remoto de la selva de Yucatán.
Hasta ahora no se tiene registro de exploraciones previas en esta cueva que, según los guías locales, no había sido explorada.
La península de Yucatán tiene más de 3.000 formaciones geológicas, entre cuevas y cenotes, las cavidades inundadas con agua dulce y pasajes subterráneos.
Solo una tercera parte ha sido explorada por investigadores. En una de estas cavidades fue donde el equipo de Grosjean logró el sorprendente hallazgo.
La cueva del descubrimiento tiene unos 35 metros de longitud por 25 de ancho.
Para adentrarse en ella, los exploradores tuvieron que descender a rapel y avanzar unos metros hasta donde se encontraron con las pinturas rupestres en gran estado de conservación.
"Encontramos de todo: mamíferos, aves, impresiones de manos en positivo y negativo…", explica Grosjean.
"Utilizaron diferentes pigmentos [para crear las pinturas]. Algunos parece que fueron extraídos de la misma cueva como el k’ankab, que es un tipo de piedra roja. Otros dibujos parecen estar hechos con calcita", añade.
Diversos estudios en la región han encontrado grabados en las cuevas y cenotes, pero el número y variedad no es tan grande como este descubrimiento del equipo de Grosjean.
"Comúnmente en las cuevas lo que nos encontramos son manos (impresas) en positivo, en negativo, grifos, grabados… pero son aislados, hay una o dos figuras", explica el arqueólogo.
"Nada más tenemos registrado en la ruta de Kaua, que son de mayas aparentemente, pero son muy rudimentarias, no con tantas formas como en esta", asegura.
Encontrar un significado de estos pictogramas es el reto que sigue a este hallazgo.
Los investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México deberán liderar los estudios que den una interpretación de las figuras y determinen su antigüedad.
Por el tipo de figuras que hay, podrían ser de la época prehispánica cercana a la conquista española a finales del siglo XV o principios del XVI. Pero eso aún está por determinarse.
Algo muy común de encontrar en las cuevas de Yucatán son las impresiones de manos de épocas prehispánicas.
En la región de Homún han sido halladas cuevas con más de 100 manos grabadas en las rocas, según diversos estudios del INAH.
"Hemos encontrado muchísimas cuevas que tienen impresiones de manos, muchísimas, tanto en positivo como en negativo", explica Grosjean.
Algunas interpretaciones apuntan a que estos pictogramas eran parte de alguna especie de ritual en el que los niños se convertían en hombres.
"Entraban a la cueva siendo niños y luego de cierto ritual de imprimir sus manos en las paredes se convertían en jóvenes, son algunas de las teorías", refiere Grosjean.
Sin embargo, en el caso de su descubrimiento tienen un tamaño que correspondería con manos de personas adultas, lo cual hace más intrigante este hallazgo.
"Hemos recorrido cientos de cenotes y nunca habíamos visto algo similar", dice el arqueólogo a BBC Mundo.
Las investigaciones también tendrán que determinar qué tipo de animales son los que aparecen en los grabados de esta cueva.
Otros hallazgos similares documentados por el INAH en Yucatán han mostrado la existencia de algunos animales que ya no existen en la actualidad.
"Es una caja de sorpresas", resume Grosjean.
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