Piensen un momento en Ederson Santana. Fichado en julio del año pasado por US$48 millones, se convirtió en el guardameta más caro de la historia y luego fue una de las principales figuras del Manchester City en la conquista de la Liga Premier inglesa.
Sin embargo, con Brasil en el Mundial de Rusia 2018 Ederson ha pasado la mayor parte de su tiempo entrenando y comiéndose las uñas en el banco.
El responsable por relegar a Ederson al segundo plano es Alisson Becker, el portero de la Roma.
Su presencia podría ser crucial cuando los pentacampeones enfrenten a Bélgica en los cuartos de final este viernes.
Después de todo Bélgica es el equipo que más goles ha marcado en el torneo (12) y ha disparado más veces a la portería (30).
Eso significa que es bastante probable que Eden Hazard, Romeo Lukaku y compañía finalmente pongan a trabajar al portero brasileño.
Y es que hasta ahora el titular Alisson ha tenido muy poco que hacer.
Lleva menos de una parada por partido y ha permitido un solo tanto en el torneo, lo que lo empareja con el uruguayo Fernando Muslera entre los guardametas menos goleados presentes en los cuartos de final.
Si hay algo que Alisson ya ha mostrado en su carrera, es su capacidad para aprovecharse de las oportunidades recibidas.
Durante años estuvo a la sombra en las categorías inferiores del club brasileño Internacional, siendo conocido como el "hermanito" del también portero Muriel Becker.
Muchos entrenadores pensaron que así se quedaría, especialmente porque el adolescente Alisson parecía no pasar del 1,70 metros demasiado bajo para un portero profesional.
"Todo lo que podía hacer era trabajar en la parte técnica y mi hermano se tomó todo el tiempo del mundo para ayudarme", dijo recientemente en un artículo publicado en la página de internet The Players’ Tribune.
Sin embargo, en el transcurso de un año, Alisson tuvo un crecimiento repentino y a los 16 años pasó a medir 1,87 metros.
Pronto estaría compitiendo y superando a su hermano en la carrera para conseguir la camiseta número 1 de Brasil.
Su oportunidad de jugar para Brasil llegó en 2015, cuando el entonces entrenador Dunga lo llamó para sustituir a Jefferson, el entonces titular quien había sido señalado por cometer errores durante una derrota frente a Chile en un partido clasificatorio para el Mundial.
Desde entonces Alison ha jugado 32 partidos para Brasil y en 20 de ellos no ha permitido ningún gol.
En el camino también ha encantado al público femenino brasileño, atrayendo más atención que el súper estelar Neymar,
De hecho, Alison también encantó a la casa de modas Emporio Armani, convirtiéndose en embajador para la icónica marca.
Sin embargo, es sobre el terreno donde desempeña su trabajo más importante, hasta el punto de que sacrificó un poco de su vanidad a principios de junio. cortándose el pelo para que no interfiriera con su visión.
Piensen otra vez en Ederson. Según distintos sitios de internet, podría también perder el título de portero más caro de la historia, ya que tanto el Chelsea y el Liverpool estarán dispuestos a ofrecer casi US$70 millones a la Roma por los servicios de Alisson.
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