Desde que Andrés Manuel López Obrador, ganador de la elección presidencial, se encontraba en campaña, su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, dijo públicamente que ella no será primera dama de México, por considerarla una idea clasista.
En mayo pasado, desde Minatitlán, Veracruz, Gutiérrez Müller tomó el micrófono en un mitin para expresar a la gente que hay que “comenzar a pensar y actuar diferente. Por ello, hoy he venido a proponerles que pongamos fin a la idea de la primera dama, para que en México no haya mujeres de primera ni de segunda”.
“Con todo respeto a las mujeres que han actuado antes en ese papel, decir primera dama es algo clasista”, aseveró.
Gutiérrez Müller, de 49 años, es originaria de la capital del país, ha tenido puestos en el sector privado y público, en el gobierno del entonces Distrito Federal, en 2006.
Lee: VerificadoMX: Beatriz Gutiérrez Müller, esposa de López Obrador, no es nieta de un genocida nazi
Beatriz trabajó como periodista diez años; también como asesora internacional en el gobierno capitalino entre 2001 y 2005, y fue profesora en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, institución fundada por López Obrador como jefe de gobierno capitalino.
Fue durante el periodo en el que trabajó como asesora de asuntos internacionales del gobierno del Distrito Federal que conoció a Andrés Manuel, con quien contrajo nupcias en 2006, luego de que éste enviudara en 2003.
Cuenta con estudios de licenciatura en Comunicación y maestría en Letras Iberoamericanas en la Universidad Iberoamericana, así como un doctorado por la Universidad Autónoma de México.
En la misma intervención en la que anunció que rechazaría el nombramiento de “primera dama”, Beatriz Gutiérrez también aseguró que no tiene intereses político electorales, “y para ser más clara, no voy a ser candidata ni seré funcionaria pública, así que no imaginen un escenario diferente”.
Te puede interesar: Ni el hijo de AMLO tiene un Lamborghini, ni su esposa un Mercedes
Asimismo, señaló que no sería “una esposa que se convierte en una sombra complaciente, silenciosa o dócil, ante un sistema que perpetúa las desigualdades. Hablo también y escuchen bien, de una compañera que está en las buenas y en las males, al lado, delante, pensando de manera crítica y constructiva”.
Sin embargo, la postura de Gutiérrez Müller no es nueva: en 2006, en entrevista con la revista Quién, dijo que, en caso de que López Obrador ganara la presidencia, su papel sería “marginal; si Andrés Manuel gana la presidencia, mi figura será absolutamente gris por convicción propia”.