Negó las acusaciones de represión y violación de derechos humanos que le imputan organismos internacionales, dibujó un panorama de normalización en su país y rechazó convocar elecciones anticipadas.
En una entrevista televisada, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, habló este lunes sobre la situación de tensión que vive el país centroamericano, donde las protestas contra su gobierno se suceden desde el mes de abril y han dejado un balance de entre 277 y 351 víctimas mortales, según diferentes conteos.
La entrevista fue considerada inusual, ya que es la primera vez en nueve años que Ortega habla con un medio no oficialista y llamó la atención el canal elegido.
La entrevista, que fue pregrabada y dura algo menos de 14 minutos, la condujo el periodista Bret Baier para el programa Special Report de Fox News, la cadena televisiva de tendencia conservadora y afín al presidente Donald Trump.
Nicaragua se encuentra desde abril sumida en la peor crisis sociopolítica desde la década de 1980.
En estos meses, el presidente hizo apariciones públicas y ofreció declaraciones pero solo a medios afines a su gobierno, por lo que el anuncio de la entrevista con Fox News suscitó expectación por ver cómo se presentaba Ortega ante un medio internacional.
Pausado, serio y en ocasiones incómodo, Ortega contestó con respuestas cortas a las preguntas de Baier, quien dedicó gran parte de la conversación a intentar desentrañar quién está detrás de la violencia y quién es responsable de la muerte de cientos de personas, muchas de ellas jóvenes estudiantes.
"Por la noche, cuando no hay manifestaciones pacíficas, hemos tenido ataques provocados por las fuerzas paramilitares, organizadas por gente que está en contra del gobierno", señaló Ortega.
El mandatario negó tener ningún vínculo con los grupos paramilitares que, según él, "han organizado ataques contra el Estado, contra la policía, contra familias sandinistas, bloqueando todo el país".
"Los paramilitares son los que han atacado a la policía nicaragüense que pretendía proteger a la población durante las revueltas", denunció, al tiempo que definió como "terrorismo" lo que ocurre en Nicaragua.
Sin embargo, los grupos que llevan meses exigiendo la renuncia inmediata de Ortega aseguran que es el gobierno quien alimenta e impulsa estas fuerzas paramilitares.
La semana pasada, Naciones Unidas aseguró que "los elementos armados leales al gobierno están operando con el apoyo expreso o tácito, y en coordinación con la policía y otras autoridades estatales".
"Si usted, que es el gobierno, no las controla, ¿quién lo hace?", le preguntó Baier.
Ortega sostuvo que el apoyo a los paramilitares viene de distintos sectores.
Por una parte, señaló a organizaciones políticas, "algunas con diputados en el Congreso y otras que no participaron en las elecciones".
También apuntó al narcotráfico y, de forma indirecta, a organizaciones estadounidenses que financian distintas causas y cuyos fondos serían desviados para otros fines.
La Iglesia católica fue otro de los temas de conversación entre Ortega y el periodista Baier, quien comentó las críticas vertidas por el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, Silvio José Báez, contra la actitud del gobierno.
Respecto a esto, Ortega indicó que el discurso de Báez -quien fue herido por simpatizantes de Ortega- no le sorprende y lo acusó de no estar en el país durante la guerra.
"No hemos perseguido a ningún sacerdote, no pueden decir que han sido atacados por representantes del gobierno", manifestó Ortega, que tildó de falsa la información sobre ataques ocurridos dentro de iglesias.
"Ni un solo nicaragüense ha muerto en una iglesia. Es falso", sentenció.
La reacción en redes sociales ante esta respuesta fue de indignación al recordar el caso de Gerald Vázquez, un joven de 20 años herido el pasado 13 de julio durante el asedio a un grupo de estudiantes atrincherados en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua en Managua.
El joven fue trasladado a la parroquia de la Divina Misericordia en busca de refugio y auxilio y posteriormente murió.
El presidente reafirmó durante la entrevista su determinación de seguir en el poder hasta el final de la legislatura, que concluye en 2021, y rechazó convocar elecciones anticipadas. Hacerlo, dijo, "empeoraría las cosas" y crearía mayor "inestabilidad e inseguridad".
Sobre la intención del Congreso de Estados Unidos de aprobar una resolución de condena a su gobierno esta semana por las acusaciones de tortura, censura de medios y falta de asistencia médica a los heridos, Ortega reaccionó desafiante.
Calificó las imputaciones de "mentiras, terribles mentiras" y alegó que EE.UU. se ha inmiscuido en otras ocasiones en la política nicaragüense.
Finalmente, el mandatario explicó que decidió conceder la entrevista a Fox News para demandar respeto hacia Nicaragua.
"Somos un país pequeño con una economía frágil, pero merecemos respeto. Al igual que cualquier estado de EE.UU., por pequeño que sea, lo merece", subrayó.
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