Emily Witt comenzó a trabajar en su libro desde hace siete años. Entonces tenía 30 años y acababa de terminar otra relación amorosa.
“Estaba frustrada. Quería casarme y ‘sentar cabeza’. Pensé que esto era algo que ocurría automáticamente cuando te hacías mayor. Pero obviamente a mí no me había ocurrido”.
En esa época, Tinder acaba de lanzarse como una aplicación móvil y una serie de servicios de citas en internet se estaban volviendo cada vez más convencionales.
La pornografía en internet y los chats de video en vivo también estaban dando vueltas en el subconsciente de Emily.
Pero la joven, una confesa tradicionalista, había descartado todo eso.
“Pensé que si quería conocer a un novio serio que pudiera convertirse en mi esposo, no había otra forma de hacerlo más que por medio de los rituales de cortejo tradicionales”, dice.
Pero el primer paso, registrarse en un sitio web de citas, le dio a Emily un incentivo real.
“Sentí verdaderamente que ‘no estaba sola’. Hay mucha gente que está en la misma situación. No me puedo imaginar lo difícil que serían las cosas para los solteros antes de que se inventaran las citas en internet”.
El segundo paso la llevó aún más lejos.
“Me comisionaron escribir sobre un sitio de internet de sexo por webcam. Pensé que iba a ser la típica dinámica aburrida de peep-show. Pero muchas de las mujeres allí lo estaban usando de forma distinta”.
“Estaban experimentando, se trataba más de una autoindagación, usando el website para facilitar encuentros anónimos y tratar cosas nuevas. Al final, para muchas, se trataba de ganar un sentido de confianza y de sentirse deseada”.
Lo más importante, dice Witt, es que notó que varias personas se abren para tratar nuevos tipos de relaciones.
“Las personas que terminaron siendo mis guías fueron las poliamorosos. Ellos creen que puedes tener más de una relación a la vez”.
“Experimentan y conversan, y tienen estrategias para tratar los conflictos, para asegurarse de que las conversaciones son honestas. Es una especie de inteligencia emocional”.
Emily cree que esto ha cambiado radicalmente su actitud hacia las relaciones.
“Todas estas cosas que yo solía ver como amenazas a las relaciones tradicionales, ahora he aprendido a disfrutarlas. Antes tenía miedo incluso de considerar la idea de una relación abierta o del porno”.
Sin embargo, el ejercicio más revelador en la investigación de Emily fui ir al set de una filmación de una película para adultos.
“Vi a personas que estaban tan cómodas con sus cuerpos y su sexualidad. Virtualmente no hay nada que las avergüence o las humille. Eso me hizo pensar, ‘¿por qué a mí me cuesta tanto trabajo desnudarme?'”.
La experiencia forzó a Emily a reexaminar su actitud hacia el sexo.
“A muchas mujeres les enseñaron a pensar en el sexo como una parte secundaria de una relación, o a alimentar la idea de que eres más atractiva si eres reservadas sobre lo que deseas sexualmente”.
“Eso no es cierto. Todos se la pasan mejor si se sienten cómodos y confiados”.
“Esto no quiere decir que necesitas ser una dominatriz. Solo significa que entre más sabes sobre tu valor sexual, más sanas serán tus relaciones”.
Witt se muestra renuente cuando la conversación cambia hacia los robots y el sexo de realidad virtual.
“La mayoría de los robots sexuales, como nos los imaginamos, tienen un propósito sexual o de trabajo doméstico, no para una relación. Si yo fuera soltera no podría describirle a un fabricante de robots cómo crear una persona que amo. No es algo que pueda generar”.
Pero Witt se muestra positiva sobre el potencial de las tecnologías, pero para usarlas de forma ligeramente más imaginativa.
“Pueden ser realmente útiles para nuestra autoindagación. Desde los vibradores hasta las experiencias virtualmente estimuladas, la tecnología te permite tratar cosas con consecuencias mínimas. Sí, mucho de la sexualidad se trata de la práctica física, pero primero tiene que ver con permitirte considerar cuáles son tus fantasías y qué es lo que te atrae”.
“Cuando empecé a trabajar en el libro, pensé ‘nadie va a querer salir conmigo después de todas estas cosas de sexo'”.
Pero el libro le ayudó a Emily en sus relaciones.
“A pesar de que estoy en una relación en este momento, me siento mucho más tranquila si fuera soltera otra vez si algo ocurre. Ya no me atemoriza vivir un tipo de vida diferente. Simplemente siento que es un lugar más indulgente”.
“Si eres soltera, hay menos estigma y más oportunidades de encontrar una comunidad y de tener sexo seguro y placentero, especialmente como mujer”.
El libro de Emily Witt se llama “El sexo del futuro”. La entrevista fue realizada por Anastasia Zyrianova de BBC News Rusia.