La FIFA acaba de elegir a México, Estados Unidos y Canadá como las sedes del Mundial 2026, el primero que se jugará en tres países a la vez y con un formato nuevo: 48 equipos repartidos en 16 grupos de tres selecciones cada uno.
Pero, ¿qué papel jugará México en este campeonato?
En realidad, el formato final de las competiciones no se sabrá hasta mayo de 2020, cuando lo anuncie la FIFA, que es la que tiene la última palabra.
Pero la candidatura conjunta incluye una propuesta de cómo podría desarrollarse. Según esta, México no tendría mucha relevancia, lo que ha llevado a que en ese país se hable de las “migajas” que le ha dejado quien sería el verdadero protagonista de dicho Mundial: Estados Unidos.
El Mundial 2026 será un verdadero reto de logística. Habrá 16 selecciones más y otros 16 partidos, lo que elevará el número total de encuentros a un total de 80. Lo que quiere decir que se necesitarán 18 estadios.
Como el analista de fútbol Gerardo Velázquez explicó a BBC Mundo en un artículo anterior, México no está preparado para organizar por su cuenta un evento así.
“(México) podría recibir un Mundial de fútbol como conocemos en la actualidad, de 32 naciones. Pero ya con 48, se necesita mayor infraestructura: hotelera, de comunicaciones, de estadios”, afirmó.
Según la propuesta presentada por las tres naciones norteamericanas, 60 de los 80 partidos se pelearían en EE.UU. Es más, a partir de los cuartos de final, el Mundial sólo se jugaría en el territorio de este último país.
México y Canadá se limitarían a ser escenario de 10 encuentros cada uno de la fase de grupos y octavos de final.
Esto se debe a motivos económicos, según dio a entender en su día el presidente de la Federación Mexicana de Fútbol, Decio de María: “México y Canadá, para hacerlo solos, requerirían un nivel de inversión importantísimo. (Dada) la situación actual y en el corto plazo no se ve fácil un compromiso tal de inversión”.
La candidatura propone 23 ciudades de las que la FIFA deberá elegir 16. Sólo tres son mexicanas: Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey.
Ninguna de las 23 tendrá que construir estadios nuevos sino que echarán mano de los ya existentes. En el caso mexicano, estos serían el Estadio Azteca (con capacidad para 87,523 personas), el Estadio Akron (48,071) y el Estadio BBVA Bancomer (53,460), respectivamente.
Con estas tres sedes, los anfitriones esperan poder realizar en las primeras fases tres partidos por día, uno en cada país. México y Canadá acogerían así cada uno siete encuentros de la fase de grupos, dos de la ronda de 32 y uno de la ronda de 16.
Siguiendo la costumbre, los tres países quedarían automáticamente clasificados al Mundial y, según la propuestas, jugarán en casa. Lo primero es una ventaja para las naciones centroamericanas, cuyas posibilidades de conseguir un lugar en el torneo aumentarán.
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