En medio de un mar de ollas de las que emana una nube de vapor que forma en el aire la palabra Google, aparece trabajando, con una sonrisa bonachona, Eugénie Brazier.
Esta mujer, homenajeada con un doodle de Google en el día que cumpliría 123 años, fue una de las mujeres más influyentes en la gastronomía del siglo pasado.
Su pasión por los ingredientes frescos y los platos simples —en oposición a las recetas complicadas y cargadas de ricas salsas— hizo que su restaurante obtuviese en 1935 tres estrellas Michelin.
Esa fue la primera vez en la historia que un establecimiento gastronómico manejado por una mujer recibió la máxima calificación de la Guía Michelin.
Sin embargo, su infancia y sus primeros pasos en su carrera como chef transcurrieron muy alejados del glamour que rodea a la cocina francesa.
Brazier nació en la comuna francesa de Trancliere, en la región Auvernia-Ródano-Alpes, en 1895.
Tras quedar huérfana a los 10 años de edad, se crió trabajando en el campo con una empobrecida familia campesina.
Pese a la dureza del trabajo con las plantas y los animales, Brazier recordaba aquella época como un tiempo idílico en el que pudo probar platos deliciosos.
A los 19 años se marchó a Lyon, donde consiguió trabajo como empleada doméstica. Y fue al dejar este empleo cuando empezó a dar sus primeros pasos en la cocina, trabajando en el restaurante de la celebrada chef Mere Fillioux.
Para cuando cumplió 26, Brazier ya tenía su primer restaurante en esa ciudad: La Mere Brazier.
Este establecimiento se convirtió rápidamente en un destino culinario para muchos políticos y famosos.
Tal fue el éxito que decidió abrir otro, Le Col de la Luère, y ambos recibieron tres estrellas Michellin.
El secreto de los dos era el mismo: un menú simple (que casi no cambiaba), productos frescos y de excelente calidad, y un amor inmenso por lo que hacía.
A principios de los años 70 —y cuatro años después de que uno de sus restaurantes, La Mere Brazier, perdiera una de sus estrellas Michelin— Brazier se retiró del negocio.
Según le dijo su nieta AnneMarie Brazier al periódico New York Times, cuando la entrevistó para su obituario, la pérdida de la estrella fue algo que la afectó profundamente.
"Realmente le dolió mucho. La idea de ser famosa no le interesaba en nada, pero esto era alguien diciéndole que su trabajo ya no estaba tan bien hecho", recordó AnneMarie.
Brazier falleció en 1977, a los 81 años de edad.
Algunos de sus platos típicos, como el Poularde de Bresse demi-deuil (que literalmente sería Pollo de Bresse al medio luto) todavía pueden degustarse en La Mere Brazier, en Lyon.
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