En el estadio Azteca, el mismo escenario donde los dos últimos presidentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto cerraron su campaña en 2006 y 2012, respectivamente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) puso fin ayer miércoles a tres meses de proselitismo insistiendo en dos de sus propuestas clave: el combate a la corrupción y el recorte a los privilegios en el gobierno.
Para el cierre de campaña, que estuvo precedido por varias presentaciones musicales en lo que se llamó AMLOFEST, el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia estuvo acompañado en el estrado por su esposa, Beatriz Müller, y su hijo mediano Andrés Manuel López Beltrán, y por personajes clave en su equipo de campaña, como Yeidckol Polenvsky, la presidenta de Morena, y Tatiana Clouthier, la coordinadora y estratega de AMLO.
También estuvieron junto al tabasqueño Cuauhtémoc Blanco, que va por la gubernatura de Morelos y que fue aplaudido en el Azteca, el estadio donde en su época de futbolista jugó para el Club América; Cuitláhuac García, que va por la gubernatura de Veracruz; Carlos Lomelí, para Jalisco, Miguel Barbosa, por Puebla. Y Claudia Sheinmbaum, que va para la jefatura de la Ciudad de México.
Precisamente, Sheinbaum fue la ‘telonera’ en el mitin de López Obrador. Durante su intervención de apenas 10 minutos, la abanderada de Morena para la capital se comprometió a “rescatar a la ciudad” a través de la misma ‘fórmula’ de AMLO: atacando la corrupción y construyendo un gobierno austero.
Durante su intervención de una hora, López Obrador se comprometió como ya lo hiciera durante la campaña a “erradicar el cáncer de la corrupción” para “limpiar” a México. Y lo hará, recalcó, poniendo el ejemplo, ya que de ganar la elección enviará una iniciativa al Congreso para reformar el artículo 102 de la constitución, para que el presidente no goce de fuero protector y pueda ser enjuiciado en caso de que cometa actos de corrupción.
“Nadie gozará de impunidad –subrayó-. Y esto me incluye a mí, a familiares, colaboradores, y a los amigos. Se acabará el influentismo”.
López Obrador dijo que “van para atrás” los decretos que el pasado 5 de junio firmó el presidente Peña Nieto sobre la reserva de agua. Aunque desde el Gobierno Federal se ha argumentado que los 10 decretos de reserva no suponen una privatización del agua, el candidato de Morena consideró que sí es una privatización y que, por lo tanto, revocará esos decretos de llegar a la presidencia.
También planteará al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, un nuevo acuerdo comercial que sustituya al Tratado de Libre Comercio (TLC), el cual se encuentra actualmente en negociaciones, aunque el mandatario estadounidense ha expresado en reiteradas ocasiones públicamente su deseo de cancelarlo por considerarlo injusto para su país.
Sobre este punto, López Obrador propondrá un “acuerdo comercial amplio” que incluya tanto a Estados Unidos, México, y Canadá, como a los países de Centroamérica. “Será parecido a lo que fue la Alianza por la Prosperidad”, apuntó AMLO, en referencia al plan que surgió en 2014 a raíz de la crisis de los niños migrantes, y que sobre el papel estaba enfocado en impulsar programas de desarrollo en el Triángulo Norte de Centroamérica para reducir la migración a Estados Unidos.
En cuanto al resto de compromisos, López Obrador expuso que con su gobierno habrá un Estado de Derecho basado en una premisa clave: “Al margen de la ley, nada. Y por encima, nadie”.
“Respetaremos la división de poderes. Nadie será espiado, perseguido, reprimido, ni desterrado. Dejará de existir el CISEN, que es la oficina de espionaje del Gobierno Federal”, indicó.
López Obrador prometió que en su gobierno se combatirán “prácticas ilegales y perversas de compra de votos”. “Se acabará el uso faccioso del presupuesto en beneficio de algunos candidatos y partidos”, señaló.
Asimismo, el tabasqueño expuso que enviará otra iniciativa al Congreso para que los delitos electorales sean graves, y así poder “enviar a la cárcel a quienes violen la ley electoral”. En cuanto al nuevo fiscal electoral, el tabasqueño dijo que se propondrá para ese cargo a “una persona recta e incorruptible”.
Otra de las propuestas en las que más insistió el tabasqueño fue la de crear “un gobierno austero, sencillo y sin lujos”.
López Obrador dijo que se bajarán los salarios de los altos funcionarios, empezando por él, ya que se comprometió a recibir la mitad del sueldo que actualmente cobra el presidente Peña Nieto. También insistió en que no vivirá en la residencia de Los Pinos, que no viajará en el avión presidencial, y que eliminará las pensiones a los expresidentes.
López Obrador también se comprometió a que no subirán los impuestos en todo el próximo sexenio, y a que no habrá “gasolinazos”.
“Se va a fomentar el mercado interno, y se va a impulsar la industria de la construcción, de la ropa, el calzado, y de otras mercancías. Y se va a rescatar el sector energético para que ya dejemos de comprar combustibles en el extranjero”, dijo.
En cuanto a la reforma educativa aprobada por el actual Ejecutivo, AMLO advirtió que la cancelará de llegar a la Presidencia: “Se va a proponer un nuevo plan educativo que no afecte los derechos laborales del Magisterio”.
Finalmente, López Obrador destacó que las encuestas lo favorecen en la intención de voto, y que esto es el resultado de año de recorrer “todas las plazas públicas creando conciencia” en la ciudadanía.
“Muchos ciudadanos de clase media han despertado. Antes, nos insultaban. Ahora, van a votar por nosotros”, concluyó.