Es un asunto que amenaza con socavar la unión dentro de la Unión Europea (UE) y está enfrentando a los países del sur contra los del centro y norte del continente: la inmigración.
Italia y Grecia -que son los principales puntos de llegada de los miles de inmigrantes que intentan entrar a Europa desde África y Medio Oriente- están resentidos porque sienten que se han quedado solos abordando el problema.
Los países del norte de Europa, mientras tanto, acusan a los del sur por no patrullar bien sus fronteras del Mediterráneo y de haber dejado que los inmigrantes "se escabullan" hacia las naciones norteñas más ricas, como Alemania, Australia y Suecia.
Las divisiones estaban poniendo en riesgo a la UE, como lo declaró el jueves el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, y el asunto estaba provocando que "se incrementara el tamaño de las grietas" y "la fragilidad de la UE".
El viernes, finalmente, después de una sesión maratónica en el marco de la cumbre de la UE que se celebra en Bruselas, los líderes continentales anunciaron que alcanzaron un acuerdo sobre migración.
A continuación te explicamos en qué consiste el acuerdo y cómo fue recibido.
La reunión comenzó con una amenaza de Italia de vetar las conclusiones de la agenda de la reunión si no recibía ayuda para enfrentar la llegada a sus costas de miles de migrantes que intentan entrar a Europa.
Los líderes acordaron que todos los países de la UE deben ayudar a los migrantes rescatados en el Mediterráneo para aliviar la carga de Italia y Grecia.
Pero no se dieron detalles de quién o cómo se hará esto. Se dijo que debe haber "un esfuerzo compartido", pero se hará "sobre una base voluntaria".
El acuerdo indica que se establecerán "centros de migración asegurados" y en éstos se determinará quienes buscan asilo "genuino" y quienes son "migrantes irregulares, que serán regresados a sus países".
El traslado y reasentamiento de los "refugiados genuinos" también se llevará a cabo sobre una base voluntaria, dice el acuerdo.
El documento no aclara qué países albergarán los centros de migración asegurados o recibirán a los refugiados. El presidente francés Emmanuel Macron dijo el viernes que los centros se ubicarán en los países adonde los migrantes lleguen por primera vez en la UE.
Tampoco se dan detalles de lo que significa un "centro asegurado", y algunos temen que éstos sean un tipo de prisiones para los migrantes que llegan a Europa.
Varios países del centro de Europa, incluidos Hungría y Austria, han rechazado el proyecto de la UE para reubicar a los 160.000 refugiados que se encuentran en los abarrotados campamentos de Grecia e Italia.
Y la canciller alemana, Angela Merkel, enfrenta una crisis política en su propio gobierno, siendo apremiada para que resuelva "el problema" de los inmigrantes que intentan llegar a Alemania después de haber sido registrados en otros países de la UE.
Para abordar las preocupaciones de Alemania el acuerdo promete "tomar todas las medidas necesarias internas, tanto legislativas como administrativas", para evitar que los migrantes se trasladen de un país a otro dentro de Europa e intenten establecerse en territorio alemán.
No se sabe, sin embargo, si esto será suficiente para satisfacer a los críticos de Merkel en su país. Y la canciller indicó después de la reunión: "Todavía tenemos mucho trabajo qué hacer para superar las diferencias".
No. El número de inmigrantes que llegan a las costas de la UE, que incluyen a personas que huyen de la guerra en Siria y otros conflictos en África, ha disminuido.
Según datos de la Organización Internacional de Migración, durante el tercer trimestre de 2017 se registraron 146.287 llegadas a Europa, de las cuales 137.771 fueron por mar.
Esta cifra es menos de la mitad del total registrado para fines de septiembre de 2016.
Sin embargo, aunque el número ha disminuido, la tolerancia de los gobiernos y ciudadanos ante el problema parece haber disminuido.
A lo largo y ancho de Europa han surgido movimientos y políticos que muestran una feroz oposición a la migración, como el primer ministro de Hungría, Victor Orban, el político Janez Jansa en Eslovenia, y el canciller de Austrlia Sebastian Kurz, quien este domingo asumirá como presidente del Consejo de la UE y quien ha dicho que el asunto de la migración será "su principal prioridad".
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